infraestructura polémica

La interconexión con Francia de la MAT entra en funcionamiento

El servicio se pone en marcha en verdad ocho meses después del estreno oficial

La subestación de Bescanó, el pasado mes de febrero.

La subestación de Bescanó, el pasado mes de febrero.

FERRAN COSCULLUELA / GIRONA

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Ocho meses después de su inauguración oficial, la interconexión eléctrica con Francia que atraviesa los Pirineos por el túnel de El Pertús ya es una realidad. Esta semana se ha iniciado la explotación comercial de este tramo soterrado de 64 kilómetros que une Santa Llogaia d'Àlguema (Alt Empordà) y Baixàs (Francia), y que a partir de ahora permitirá duplicar la capacidad de intercambio eléctrico con el país vecino, que ha pasado del 3% al 6% de la demanda (de 1.400 megawatios a 2.800 MW). La interconexión es la infraestructura que culmina la polémica línea de la MAT, que entró en servicio hace más de un año.

El delegado de Red Eléctrica de España en Catalunya (REE), Lluís Pinós, destacó que el largo periodo de pruebas de la interconexión (que ha superado en tres meses el calendario previsto) obedece a que se trata de una infraestructura «puntera y novedosa» que ha requerido de comprobaciones «muy complejas». El directivo añadió que la empresa francoespañola Inelfe (formada por REE y su honónima francesa RTE) ha querido estar «muy segura» antes de dar el visto bueno definitivo: «Estamos muy satisfechos de cómo han ido las pruebas. Ahora estamos en condiciones de plena potencia».

La interconexión, que atraviesa los Pirineos por una galería de 8,5 kilómetros, es un hito tecnológico por la longitud del tramo soterrado y por la utilización, por primera vez en Europa, de un sistema capaz de convertir de una forma rápida la corriente alterna en continua, que es la única que permite tramos eléctricos enterrados de tanta extensión. Para hacerla posible se fabricó un nuevo tipo de cable y se construyó una planta transformadora en cada extremo del trazado, que pueden invertir el sentido del intercambio de energía en milisegundos.

Eso sí, toda esta innovación, subvencionada por la Unión Europea, ha supuesto un encarecimiento de la obra 10 veces superior a si el tramo hubiera sido construido a través de un tendido aéreo. La infraestructura ha costado 700 millones de euros, mientras que los 136 kilómetros de la línea de muy alta tensión (MAT) entre Sentmenat (Vallès Occidental) y Santa Llogaia tuvieron un presupuesto de 166 millones.

Obras pendientes

Tras la entrada en funcionamiento de la interconexión queda pendiente la construcción de dos subestaciones. Una de ellas es la que ha de poner en marcha Endesa en Santa Llogaia para alimentar la comarca del Alt Empordà y su capital, Figueres. De momento no se ha colocado ni una piedra debido a problemas con los permisos que ha de conceder el ayuntamiento. La otra es una subestación que REE tiene que construir en Sant Julià de Ramis (Gironès) y que también sufre demoras por problemas burocráticos y con las expropiaciones. También queda en el aire la construcción de un ramal secundario de la MAT entre Bescanó y Riudarenes, una instalación considerada «necesaria» por REE para alimentar el AVE y dar suministro a las Costa Brava sur y que ha vuelto a generar una gran oposición en el territorio.