Gente corriente

Familia Postigo-Pich: "De los 18 hijos, ocho nacieron con cardiopatías"

Ha sido elegida como la familia numerosa europea del 2015. No por la cantidad, sino por su modo de encajar los reveses.

«De los 18 hijos, ocho nacieron con cardiopatías»_MEDIA_1

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NÚRIA NAVARRO

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Es tiempo de familia. Pero esta bate el récord. Rosa Pich (Barelona, 1965) y José María Postigo (Cantimpalo, 1960) han tenido 18 hijos, de los que sobreviven 15. Todos en edad estudiantil. La European Large Families Confederation les ha otorgado el título de familia numerosa europea del año, con un cheque de 5.000 euros.

Irán de perlas esos 5.000 euros, ¿no? R.P. Es el año de la misericordia. Hicimos una votación y la mayoría decidió donarlos a familias que pasan apuros.

Mire que daban para turrones... Es difícil imaginar su Navidad sin valeriana. R.P. Es organización desorganizada y farra continua. En casa siempre hay ruido, peleas, uno que llora, otro que ríe, un tercero que pega, los que corren... Es muy divertido. Viajaremos a Madrid, a pasar la Navidad con la abuela. Trece irán en furgoneta con el padre y el resto, conmigo en el AVE.

¿Planificación, azar o voluntad de Dios? R.P. Mi marido y yo venimos de familias numerosas, y nos hacía ilusión tener hijos. La primera nació con una cardiopatía congénita severa (nos dijeron que moriría a los 3 años y vivió hasta los 22). En 1992, en plenos fastos olímpicos, y con cuatro meses de diferencia, fallecieron otros dos, de 2 años y medio y 10 días. Los médicos nos dijeron: «No tengáis más hijos, se van a morir». Pero, gracias a una fe vivida, decidimos apostar por la vida.

¿Y por una angustia tremenda? J.M.P. Tener en los brazos 10 días a la segunda ya fue un regalo. De los 18, ocho nacieron con cardiopatías. Dos se han curado y una está pendiente de operación. La culpa la tiene la pata de un gen. Unas 100 personas de la familia nos hemos sometido a un estudio genético. R.P. Y donamos el cuerpo entero de la mayor. Colaboramos con la ciencia todo lo que podemos.

También usted es digna de estudio. ¿Unos 20 años embarazada? R.P. Y he vomitado todos los días, en todos los embarazos. Pero pensaba: «Te encuentras mal nueve meses, pero un hijo es para siempre». El mal de la sociedad es la soledad.

No solo. ¿Se puede mantener a tantos? R.P. Desde el 2007, cuando vino la crisis, empezaron a ganar dinero de bolsillo dando clases, cuidando niños, haciendo de monitores de deporte. Hay que alimentar a los hijos, pero no queremos ser los más ricos del cementerio. Nuestra riqueza son ellos. J.M.P. La misma bombilla que ilumina a dos hijos, ilumina a 15. Y buscamos cómo comprar low cost.

¿Qué suele haber en la despensa? R.P. 1.300 galletas María, 240 litros de leche, 25 kilos de patatas, siete docenas de huevos, 96 rollos de papel higiénico... J.M.P. La ropa se hereda, los libros se reciclan, duermen en literas de cuatro alturas, no hacemos regalos de cumpleaños.

¿Cómo sabe qué le ocurre a cada uno? R.P. Todos dicen haberse sentido queridos. En casa el principio es amar, y amar con hechos. J.M.P. El entrenamiento colaborativo empieza en la cuna. Son niños que saben liderar equipos. Cada uno se encarga de otro más pequeño.

¿Y ustedes? ¿Se reparten los papeles? J.M.P. Mi mujer es una madraza, con mucha energía. Manda mucho, sobre todo a mí. R.P. A él le buscan cuando hay una decisión importante que tomar. También hay cosas que están prohibidas: fumar, la moto, el móvil hasta los 18 años. Saben ser sin tener. Son niños libres y desapegados.

Tiempo de pareja, ninguno. R.P. Los niños saben que hay un tiempo para papá y mamá. Dejamos el móvil en casa y ni que sea damos una vuelta a la manzana.He escrito un libro, Cómo ser feliz con 1,2,3... hijos, en el que lo explico todo.