El ayuntamiento cifra en 240.000 € el daño en la plaza de Catalunya

Con un ratio de más de cuatro policías por cada acampado, los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana desalojaron la madrugada de ayer la plaza de Catalunya de Barcelona, que ahora deberá afrontar la restauración de los desperfectos sufridos durante ese mes y medio de protesta. El ayuntamiento cifra la factura en 247.707 euros.

La tercera teniente de alcalde y responsable de Seguridad, Assumpta Escarp, desglosó ese presupuesto señalando que será necesario hacer una limpieza a fondo de la plaza (30.000 euros); rehacer todos los parterres de los jardines (107.138 euros), el alumbrado (4.680 euros) y las fuentes (3.000 euros), así como reparar el mobiliario urbano y restaurar la pátina brillante que recubre el mosaico de la plaza (88.000 euros). Y todo eso sin contar la restauración de las estatuas, que son elementos del patrimonio histórico artístico y cuyo coste se estima en 14.276 euros.

19 NACIONALIDADES DIFERENTES / A propósito del coste de esa restauración, elpresidentde la Generalitat, Artur Mas, señaló ayer que «el conjunto de la sociedad tiene derecho a no gastar dinero en esos desperfectos» y ha invitado al colectivo de indignados a hacer una reflexión ya que, a su juicio, protestar «no es que unos cuantos ocupen el espacio de todos».

Por la mañana, el director general de la policía de la Generalitat, Manel Prat, explicó que en el momento del desalojo había en la plaza 163 personas acampadas de 19 nacionalidades distintas. Prat destacó que ese último reducto de acampados tenía muy poco que ver con el movimiento del 15-M y que entre los individuos que quedaban en la plaza había numerosos sintecho y personas con adicciones.

TENSIÓN ENTRE POLICÍAS Y PRENSA / Además, el director de la policía explicó que, aunque la operación se desarrolló de forma pacífica y «limpia», previeron la posibilidad de tensión por el perfil de algunos acampados. De los 163 identificados, un total de 56 tenían antecedentes por desórdenes públicos y desobediencia.

En el dispositivo participaron un centenar de urbanos y 550 mossos, entre los cuales había algunos agentes especialistas en escalada que llegaron pertrechados con arneses y cuerdas para hacer bajar a los acampados que se habían instalado entre las ramas de los árboles de la plaza.

Quienes vivieron momentos de tensión fueron los periodistas con algunos representantes de los Mossos que, siguiendo órdenes de Interior, intentaron que los periodistas se colocaran en un lateral elevado de la plaza. A esos periodistas se les comunicó que el único medio que iba a poder tomar imágenes era la Agència Catalana de Notícies (ACN), lo que generó un profundo rechazo entre los reporteros, que regresaron al centro de la plaza.

Fuentes de Interior señalaron ayer que en ningún caso se pretendía impedir la labor de los periodistas y que la intención era que la presencia de tantos medios de comunicación no dificultara el trabajo de los mossos. Según laconselleria, que ACN tomara las imágenes era la manera de garantizar que estas pudieran estar a disposición rápidamente del todos los medios.

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