Antonio Alcahud: "En caso de guerra nuclear, vayan al párking"

Desde que Kim Jong-un tira misiles al mar de Japón se ha desempolvado el fantasma de la guerra nuclear y la demanda de refugios atómicos en EEUU se ha disparado un 500%. ¿Y aquí qué? El ingeniero nuclear Antonio Alcahud (Tarazona de la Mancha, 1946) lleva 42 años construyéndolos. Su negocio tuvo un pico en el 2012 –el fin del mundo, según la profecía maya, ¿recuerdan?–, pero ahora su teléfono vuelve a sonar.

¿A qué tanta llamada? Estamos en el momento más peligroso de la historia de la humanidad.

¡Qué dice! Según el reloj simbólico mantenido por el 'Bulletin of Atomic Scientists' de la Universidad de Chicago desde 1947 estamos a dos minutos y medio de la destrucción total. En Japón, el 29 de agosto, sonaron las alarmas en 12 prefecturas. "Ha llegado el momento", decían. Y lo sé porque tengo un hijo que vive y trabaja allí.

Es apocalíptico, veo. ¡En absoluto! No creo que Kim Jong-un lance un misil con ojiva nuclear así como así. El peligro está en que EEUU ataque con armas convencionales y se desmadre el asunto. Por otra parte, la guerra nuclear sería el último recurso. Un ataque de pulso electromagnético no destruye nada pero paraliza un país. Lo deja sin teléfono, sin internet, sin luz... Mis refugios tienen protección contra ese tipo de ataques, pero usted puede proteger aparatos si tiene una caja de Faraday.

Cajas de zapatos sí, pero de Faraday... Basta con meter el ordenador y el teléfono en el microondas, que es una caja de Faraday.  

Felipe González copió el modelo de refugio que patenté, pero a Rajoy no le sirve de nada porque se conocen las coordenadas

En todo caso, usted tiene refugio propio. Desde hace siete años. Pero tener un refugio no es una rareza. En Suiza hay plazas en refugios para el 130% de la población.

¡Qué me va a decir! Yo no vendo refugios, me los piden.

Es el pionero del ramo en España. La culpa la tuvo Sofía Loren.

¿Sofía Loren? Tras estudiar ingeniería, trabajé en autopistas, y en 1975 leí en una entrevista que ella tenía un refugio antiatómico en Suiza. Me pasé cinco años estudiándolos y patenté el modelo de utilidad. Aunque patentar en este país... Me lo copió Felipe González.

¿El expresidente? Su Gobierno me pidió información, les invité al refugio que construí en Talavera de la Reina –el más grande privado del país–, mandé información a Moncloa y 10 años después me enteré de que habían construido uno con las mismas características debajo del edificio de Semillas.

O sea, Rajoy estaría a salvo. ¡Qué va! Si se conocen las coordenadas exactas no sirve para nada. Hoy los mísiles llegan a 10.000 kilómetros de distancia, con un error de cinco metros.

¿No aguantan un impacto directo? Para resistir 10 megatones se requiere ir a una profundidad de 800 metros o hacerlo en un túnel debajo de una montaña de piedra, como el del Mando Norteamericano de Defensa Aeroespacial.

¿Qué cuesta un refugio de los suyos? Depende. Está el 'blast shelter', que protege de la onda de choque, y el 'flow shelter', contra contaminación radiactiva. El primero, para 25 personas, sobre unos 45.000 euros. El segundo, unos 5.000.

¿Son cómodos? Tienen lo necesario. Aire, agua, desagües, alimentos, radio de carga manual.

¡Qué angustia vivir meses de encierro! Ese es un error muy frecuente. La radiación de una explosión nuclear disminuye a una décima parte cuando el tiempo se multiplica por siete. A las 7 horas, es una décima parte de la primera. A los dos días, una centésima parte. Y a las dos semanas, ha desaparecido el 99%. Lo peligroso está en las primeras 48 horas.

Si uno es pobre, está frito. En caso de no disponer de refugio, hay que ir a la planta inferior del párking, y a poder ser, meterse en el coche, donde hay radio, luz y se puede cargar el móvil. La radiación gamma disminuye conforme atraviesa techos. En una planta -5 tienes una protección 100 veces mayor que en una planta baja. En un refugio es mil veces mayor.

Más vale que haya paz. Estoy convencido de que el norcoreano no tirará la bomba.