SALUD

El suicidio ya es la primera causa de muerte violenta en España

Un joven, en un balcón ante una calle de Barcelona.

Un joven, en un balcón ante una calle de Barcelona.

ÀNGELS GALLARDO
BARCELONA

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El sentido de la vida se ha transformado en un sinsentido para un creciente sector de la sociedad que opta por suicidarse. En apenas cinco años, esa grave autoagresión ha pasado a ser la primera causa de muerte violenta en España, superando a los accidentes de tráfico, los actos delictivos y los de terrorismo. En el 2009 fallecieron por suicidio 3.650 españoles, de los que casi un 5% eran adolescentes. España ya es, tras Finlandia y Bélgica, el tercer país de Europa occidental con más suicidios. La causa de esta tendencia a la autolesión mortal es fundamentalmente social, ya que no es razonable pensar que de forma súbita ha aumentado la enfermedad mental o la depresión suicida, explicó ayer Julio Vallejo, jefe de Psiquiatría en el Hospital de Bellvitge y presidente del congreso de esa especialidad que se celebra en Barcelona. La edad predominante de los suicidas se sitúa entre los 18 y los 22 años.

La drástica desvalorización de los principios éticos que años atrás orientaron la vida social y personal, y el peculiar aislamiento a que, dicen los psiquiatras, conduce el estilo de comunicación personal que ahora predomina son algunos de los motivos que explican la tendencia al suicidio. Las rupturas de pareja y las decepciones amorosas siguen siendo, no obstante, el principal motivo para quitarse la vida. «Los jóvenes están muy solos, aislados en su habitación, relacionándose con otros a través de internet, que es un amigo ficticio -afirmó José Giner, psiquiatra del Hospital Virgen Macarena, de Sevilla-. Hablan a través de una nube con personas que están en China, ante los que no pueden ponerse a llorar ni quedar para ir al cine. Las redes sociales fomentan el estrés y el aislamiento personal».

NO OCULTAR LOS CASOS / Ambos psiquiatras coinciden en que es un error la actitud con que las administraciones sanitarias abordan el suicidio, minimizando su existencia o incluso ocultando las cifras reales de muertes por autolesión. «Ya pasó la época en que había que silenciar una muerte suicida para poder enterrar al fallecido en el cementerio», apunta Giner.

El cambio radical que ha experimentado el sentido de la vida humana subyace en muchas reacciones suicidas, añadió Vallejo. «La vida es una cosa transitoria y efímera, que tiene valor por sí misma -dijo el psiquiatra-. Si lo que mueve a la sociedad es el dinero, las personas se alejan de ese sentido. Hay que aprender a refugiarse en uno mismo y mantener relaciones intensas con amigos de carne y hueso, no virtuales». Giner propone que los adolescentes jueguen en la calle con sus amigos.

Los intentos suicidas, muertes que no se consuman, son más frecuentes en mujeres que en hombres, pero ellos predominan entre quienes sí que fallecen por autolesión. Los médicos aconsejan tomar siempre en serio a quien habla con frecuencia de quitarse la vida.