La enferma de ébola respira mal y está muy débil, pero consciente

El estado de salud de la auxiliar de enfermería Teresa Romero, de 44 años, empeoró el miércoles por la noche y desde entonces se ayuda de una mascarilla de oxígeno para respirar. A pesar de que los últimos análisis de ayer por la tarde revelan que la carga viral de ébola ha disminuido, la paciente sigue con las defensas muy bajas y tiene muy dañado el pulmón izquierdo, lo que le provoca serias dificultades para respirar. Con todo, Romero permanece consciente y habla con los sanitarios que la atienden, pero no puede ni beber ni masticar. La alimentan con suero, según detallaron a este diario fuentes hospitalarias.

La crisis respiratoria obligó al mediodía a celebrar una reunión del equipo médico que la atiende. Allí decidieron cambiar de nuevo el tratamiento que se le está proporcionando para ver si el cuerpo de la paciente reacciona mejor y recupera el nivel de defensas. En cualquier caso, aunque el estado de Romero es grave, nunca ha estado en una situación crítica, ni se ha temido por su vida, insistieron las mismas fuentes.

POSIBLE RELAJACIÓN / Hasta el Hospital Carlos III se trasladó desde Galicia el único hermano de la paciente, José Ramón, que aunque no pudo verla, por la noche telefoneó a su madre en Lugo para explicarle que permanecía estable dentro de la gravedad.

El miércoles, los delegados de  Prevención del Carlos III presentaron una denuncia ante la inspección de Trabajo porque consideran que tras la muerte del misionero Manuel García Viejo se relajaron los protocolos establecidos para el tratamiento de personas con ébola. Según los denunciantes, existen indicios de que, una vez el religioso ya había muerto, se actuó con menos cuidado y no estuvo presente la persona que debe supervisar la retirada del traje de seguridad. Así lo recoge la denuncia y lo explicaron los delegados que fueron a declarar ante la inspección.

Hoy está previsto que sean los directivos del Carlos III los que acudan a explicar su versión. Esta aclaración es clave porque puede significar que Romero no habría tenido a un supervisor cuando se quitó el traje y, supuestamente, se tocó la cara con un guante. Por lo tanto, además de un error humano, se habría producido una infracción del protocolo.

INSEGURIDAD / El Carlos III tiene dificultades para disponer de personal de enfermería y auxiliar que atienda a Romero y las plantas quinta y sexta, destinadas a observación de posibles infectados por el virus. Siete trabajadores se encuentran de baja, algunos de ellos están ingresados en el mismo centro, en periodo de observación. La dirección ha decidido no forzar a los sanitarios que rehúsan atender las plantas en cuestión.

Personal sanitario que estaba sujeto a contratos eventuales ha renunciado al trabajo, explicó Elvira González, vicepresidenta del Sindicato de Auxiliares de Enfermería (SAE). La razón de todo esto no es otra que la inseguridad que perciben para asumir ese trabajo, explicó González. «Los sanitarios no se sienten seguros con las condiciones que les ofrecen», dijo. El sindicato de enfermería Satse confirmó la dificultad del hospital para nutrir de personal las plantas más críticas. «Si ahora les telefonea un enfermero de Murcia que se ofrece a trabajar allí, lo contratan al instante», aseguró un portavoz de Satse.

El hospital está buscando enfermeras o auxiliares en las bolsas de empleo público que mantienen los hospitales de Madrid o la Consejería de Sanidad. Pero no encuentran.