Zapatero aboga por reformar la Constitución para resolver el encaje de Catalunya en España

El expresidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, opina que la recomposición del encaje de Catalunya en España pasa de forma ineludible por la reforma de la Constitución. Sobre la polémica soberanista, afirma que, si Artur Mas convoca un referendo sobre la independencia, la consulta no tendrá validez porque “nadie puede hacer algo si no tiene competencia para ello". “Veremos si merecerá una reacción jurídica o solo política. Lo que no puede ser no va a suceder, que es una secesión”, ha señalado en una entrevista a 'El Objetivo' de Ana Pastor, emitido este domingo por la noche en laSexta..

Zapatero cree que “España necesita y quiere a Catalunya y Catalunya necesita a España”. Cree que actualmente se atraviesa un momento delicado, pero que se debe abrir el diálogo para una potencial reforma de la Constitución y para que “las cuestiones que han quedado pendientes puedan ser puestas encima de la mesa y abrir un proceso de reencuentro”.

Es partidario de cambiar la carta magna para hacer una reforma en la redistribución de las competencias, de la identidad y singularidad de comunidades como Catalunya”. “Es el terreno en el que podemos volver a entendernos”, ha dicho el socialista, que no ha querido valorar las palabras del también expresidente José María Aznar sobre el soberanismo catalán. “No voy a pronunciarme pero es fácil que la gente imagine lo que pienso”, ha dicho.

La crisis económica y los hachazos

Zapatero asegura que nunca se planteó dimitir en mayo del 2010, el día que anunció la primera ola de recortes desde que comenzó la crisis. “Asumir una responsabilidad política como presidente es ser consciente de que puedes enfrentarte a situaciones no previstas en las que se juega mucho para el país y esto es más importante que haber tenido que rectificar en los compromisos”, ha dicho en la entrevista.

Zapatero ha dicho que aquel día de mayo del 2010 lo que estaba en juego “era el futuro del euro”. “Si los países que teníamos que asumir un compromiso no lo hacíamos, el euro se podía romper con consecuencias incalculables”, ha dicho el exlíder socialista. “Una parte de países de la zona euro, los del norte, que no tuvieron problemas cuando Grecia entró en la crisis de la deuda, necesitaban garantías de que otros con déficit algo mayor iban a cumplir y ahí estábamos nosotros”, ha señalado.

El expresidente, que está a punto de publicar un libro en el que relata sus dos últimos años de mandato en la Moncloa, ha dicho, al ser preguntado sobre si alguien en la UE le solicitó que pidiera el rescate para España, que tuvo una conversación con Angela Merkel, "pero no en ese periodo". Por otra parte, señala que tras la reunión de los ministros de Economía y Hacienda de la eurozona de mayo del 2010 se produjeron “las exigencias, sobre todo de Alemania, para que países como España y Portugal aplicasen un plan de reducción de déficit y de reformas y recortes”.

600 días de vértigo

El exdirigente del PSOE sí ha reconocido que se equivocó al tardar en reconocer la existencia de la crisis. “El resistirme a usar la palabra fue un error claro”, asegura Zapatero. En su libro, titulado ‘El dilema. 600 días de vértigo’, explica los motivos que le llevaron “a intentar no transmitir un mensaje negativo”. No quiso valorar las críticas sobre la herencia que su Gobierno ha dejado al actual. “Hasta que no se supere la crisis, el empleo empiece a crecer y el riesgo de exclusión de familias se supere, no podremos hacer un análisis y una lectura compartida”, ha opinado.

El expresidente del Gobierno afirma que la recuperación de la economía española dependerá en gran medida “de la capacidad que tenga la zona euro para dejar atrás cualquier sospecha de ruptura y convencer a agentes económicos e inversores que las cosas que no estaban bien hechas se están reformando”.

Tampoco quiso opinar sobre la gestión que el Ejecutivo actual está haciendo de la crisis. “Es el Gobierno quien tiene la información y los elementos de juicio para tomar decisiones. Mi presunción siempre será favorable, de respeto y comprensión a una tarea en un marco difícil. Como expresidente no voy a participar en la polémica pública ni a contribuir a un factor que pueda ser negativo para la economía española”, ha dicho.

Recuperar el Estado del bienestar

Para Zapatero, la preocupación ahora es que España sea capaz de recuperar aquello que el Estado del bienestar se ha dejado por el camino”. En su opinión el país llegó al Estado del bienestar 40 años más tarde que sus socios y “ha hecho un gran esfuerzo para tener educación universal, y gratuita y un sistema de pensiones que da respuesta incluso a las personas que no han contribuido”. Por eso lamentó que con la crisis “se haya producido una limitación” a la hora de poder ir más allá. “Se ha producido un retroceso en el Estado del bienestar pero no lo suficientemente intenso como para que no acariciemos el compromiso y la idea de que en cuanto salgamos de la crisis recuperemos estos pilares”, ha dicho.

A su juicio, ahora el reto es ver cómo conseguir una economía “que sea lo suficientemente competitiva y a la vez garantizar que no haya un deterioro de las condiciones laborales”. “Tener una economía más competitiva y que esta competitividad no impida la distribución del ingreso y unos salarios mínimos: este es el debate”. En su opinión, solo hay un camino para llegar a él y es el de ”recuperar los grandes consensos sociales entre empresarios, trabajadores y Gobierno”.

La victoria de la democracia sobre ETA

Zapatero también ha hablado de ETA, en el segundo aniversario del abandono de las armas por la banda. Para el expresidente, la violencia se acabó hace dos años “porque la democracia triunfó, hubo lucha de todos y porque la banda perdió el respaldo social que tenía en el país vasco. Esto fue la clave para que tuviera que abandonar”, ha asegurado el político, que ha destacado que la violencia de ETA se terminó sin que se pagara ningún precio político. “Es una gran victoria de la democracia”.

Aunque Zapatero asegura que hace un año que no habla con Mariano Rajoy, dice que sí lo hace a menudo con el Rey. A su juicio, el monarca no tiene que abdicar pues la democracia española está muy ligada a la monarquía parlamentaria. Además, no ha querido entrar a valorar casos como el de los ERE de Andalucía, que afecta a su partido, o el de Luis Bárcenas, en el PP, pues cree que como expresidente no debe juzgar “quién tiene la responsabilidad política”.

Respaldo a Rubalcaba

Respecto al futuro del PSOE, ha mostrado su confianza en su actual secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba y asegura que le costó “varias conversaciones y muchos cafés” convencerle para que fuera candidato. “Sabía que en el PSOE era la persona que iba a tener más respaldo en la carrera por la Presidencia del Gobierno”, dice.

Asegura que Rubalcaba está haciendo una tarea, en un contexto muy difícil, que “es llevar al partido a un proceso de recuperación”. “Elecciones ha habido pocas desde las generales, vamos a dar tiempo al tiempo. Las cosas no cambian de día a otro”, ha dicho. Preguntado sobre las primarias en su partido y sobre si Rubalcaba debe presentarse o no, ha apuntado: “Durante 12 años, cuando era secretario general, dije lo que había que hacer, pero ya no es mi tarea. Apoyaré siempre al secretario general del partido, porque yo lo fui y porque tengo buena relación con él desde hace tiempo”.