El saqueo de una institución

El informe no halla conexiones ilícitas entre la FAES y el Palau

Aznar y Millet, durante una visita al Palau, en octubre del 2002.

Aznar y Millet, durante una visita al Palau, en octubre del 2002.

JOSE RICO
BARCELONA

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Los negocios sucios de Fèlix Millet no llegaron a salpicar a la fundación del PP, la FAES, según concluye el informe de la Agencia Tributaria sobre elcaso Palau.Una carta anónima dirigida a los Mossos d'Esquadra afirmaba sin dudar que la entidad afín a los conservadores estaba implicada en las corruptelas del expresidente de la institución cultural, pues se había beneficiado de comisiones millonarias por obras realizadas en el edificio modernista. Sin embargo, los peritos no han hallado «referencias, pruebas o indicios» que sustenten esta acusación de origen desconocido. Es decir, que no haycaso FAES.

La misiva, fechada el 22 de octubre del 2008, hizo sospechar que, de algún modo, el PP podía estar implicado en las irregularidades cometidas por Millet y su mano derecha en el Palau, Jordi Montull. Unas sospechas azuzadas, además, por el hecho de que el exresponsable de la institución figuraba como miembro del consejo asesor del Institut Catalunya Futur, la rama catalana de la FAES.

Esta vinculación también se reflejaba en la citada carta, redactada en estos términos: «La fundación FAES se llevó una comisión de unos 600 millones de pesetas de las obras del Petit Palau (debía ser el agradecimiento por los fondos recibidos del Ministerio de Cultura). Otros 900 millones también tuvieron un destino incierto». Ahora mismo, y con la cantidad de dinero negro que genera y mueve el Palau, es imposible saber cuál es el destino del dinero».

Hacienda «no ha podido confirmar» el cobro de esas comisiones, ni siquiera su presunta exigencia por parte del Palau por actividades que contrataba. El informe se limita a exponer cronológicamente la relación que Millet mantuvo con el PP antes y después de entrar en el consejo asesor del Institut Catalunya Futur. Muy elocuente es la constatación, analizada la documentación incautada, de que la relación que el exjefe del Palau mantuvo con el expresidente del Gobierno José María Aznar fue «bastante fluida, aunque probablemente superficial».

CARTEO HABITUAL / El hábito más repetido de Millet era el de remitir cartas a dirigentes y cargos públicos conservadores para invitarles a conocer el Palau e, incluso, su residencia estival. Pocas veces, sin embargo, las invitaciones recibieron respuesta. El 9 de julio de 1996, al poco tiempo de llegar al poder, Aznar invitó a cenar en la Moncloa a Millet, junto con otros representantes de la cultura catalana. Ya en el 2002, el líder del PP visitó el auditorio cuando aún eran visibles las obras de remodelación, financiadas en su mayor parte por el Ministerio de Cultura.

Precisamente, el informe vincula este soporte económico a la decisión de Millet de entrar en el Institut Catalunya Futur en el 2003, entidad que presidía el entonces líder del PP catalán, Daniel Sirera. Fue una «muestra de gratitud» hacia los populares, pero nada más que eso.