LA LACRA DE LA CORRUPCIÓN

Barón de la vieja escuela

El presidente de la diputación se ríe de los socialistas en un congreso del PP valenciano.

El presidente de la diputación se ríe de los socialistas en un congreso del PP valenciano. / periodico

LAURA L. DAVID / VALENCIA

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La cara más larga que se vio en la sede del PP valenciano el día en que Alberto Fabra fue elegido para sustituir a Francisco Camps fue la de Alfonso Rus. El nombre del alcalde de Xàtiva y presidente del PP provincial de Valencia era el favorito en casi todas las quinielas, pero el dedo de Génova situó al frente de una Comunidad Valenciana infrafinanciada a un interlocutor menos lenguaraz.

Porque si algo caracteriza a Rus, además de despertar fervor en las bases populares, es que no tiene pelos en la lengua. Conocido en toda España por haber llamado "burros" a sus votantes y en el ámbito lingüístico catalán por haber dicho que a los profesores que utilizan 'gairebé' y 'aleshores' habría que "rematarlos", este superviviente de la época de Eduardo Zaplana y Camps no se conformó con un segundo plano. Durante la última legislatura, el todavía presidente de la Diputación de Valencia ha sido la piedra en el zapato más molesta para Fabra, sin contar a la oposición.

Esa tensa relación explica, según diversas voces del PP valenciano, la rotundidad con la que Fabra --amparándose en unas grabaciones recogidas en una investigación de Anticorrupción sobre una trama de comisiones en la diputación por la que Rus no ha sido aún imputado-- le ha echado del partido.

Fabra aseguró ayer que tomó la decisión porque "ha habido unas evidencias que no estaban en otros casos" y porque las grabaciones "fueron bochornosas y no caben en el actual PP". Mucho más "vergonzosas", a juzgar por la celeridad con la que ha actuado Fabra esta vez, que las del 'caso Gürtel' o el 'caso cooperación' de Rafael Blasco.

"Está fuera del PP, debería dejar paso a otras personas que no generen ninguna vergüenza", sentenció el presidente valenciano que ha echado al último barón provincial de la vieja escuela del partido, pero no de las instituciones. Porque Rus sigue siendo el presidente de la diputación y el candidato a la alcaldía de Xàtiva ratificado por la Junta Electoral. Esquerra Unida ha exigido a Rajoy que le obliguea dejar los cargos públicos y que promueva una moción de censura por parte de los diputados y los concejales del PP.

"MUJERES Y CHAMPÁN"

Tendrá que ser Rajoy quien le invite a marcharse porque Fabra adujo ayer la excusa que suele blandir en estos casos: que el acta de la diputación y el ayuntamiento son "personales" y que es el propio Rus quien "tiene que dar el paso". Con el mismo argumento, la 'exconsellera' Milagrosa Martínez, procesada por 'Gürtel', es aún hoy alcaldesa de Novelda.

No parece que Rus, que quiso montar una televisión en la diputación tras el cierre de Canal 9 y presidir el Valencia CF, esté dispuesto a renunciar a repetir victoria en la alcaldía y celebrarla, como dijo en el 2011, con "mujeres y champán".

Con Carlos Fabra en prisión y Joaquín Ripoll (expresidente del PP en Alicante y de la diputación provincial) dimitido por el 'caso Brugal', Rus era el último barón de una escuela marcada por las maneras zafias y un férreo control del territorio. Descabalgado --al menos sobre el papel-- como referente del partido, cuenta con muchos apoyos ante un inseguro Fabra, que le ha parado los pies a 20 días de unas elecciones cruciales para su continuidad al frente del PPCV.