Opinión | Obituario

Ramon Espadaler

Ramon Espadaler

Secretario general de Units per Avançar

Joan Rigol, raiz cristiana y compromiso catalanista

Mucho más que un político coprotagonista de la recuperación institucional y de la restauración del autogobierno catalán

El presidente del Pacte Nacional pel Dret a Decidir, Joan Rigol, en el Parlament.

El presidente del Pacte Nacional pel Dret a Decidir, Joan Rigol, en el Parlament. / ALBERT BERTRAN

La raíz cristiana y el compromiso catalanista son los dos pilares sobre los cuales se ha sustentado la trayectoria personal, política y cívica de Joan Rigol i Roig.

Nacido en Torrelles de Llobregat en 1943, inició una larga y fecunda trayectoria política en el seno de Unió Democràtica de Catalunya, partido que presidió entre los años 1987 y 2000 y en el cual militó hasta 2015, año de la ruptura de la federación de CiU.

Proveniente de la secretaría general de PIMEC (1977-80), asumió la cartera de Treball en el primer gobierno de la Generalitat del president Jordi Pujol (1980-1984) y, posteriormente, la Conselleria de Cultura (1984-1985). En la primera etapa tuvo que bregar, con pocas herramientas, para hacer frente a la profunda crisis económica y social en la que el país quedó atrapado. Dejó testimonio en el libro 'Crisi i país'. De la segunda etapa, destaca la propuesta del Pacte Nacional de Cultura que, desgraciadamente, no salió bien, pero que sí fue semilla de posteriores acuerdos para convertir la cultura en motor de cohesión social.

Posteriormente, protagonizó una etapa parlamentaria (1988-1995), antes de dedicar unos años a la política española, siendo vicepresidente del Senado (1995-1999), cargo que compaginó con su escaño en la cámara catalana. Muchos serían los intentos de diálogo promovidos por Joan Rigol entre una Cataluya que no se sentía bastante respetada y una España uniformizadora.

El 1999 accedió a la presidencia del Parlament, última etapa de su trayectoria político-institucional. En estos cuatro años se hicieron muy presentes las constantes de la catalanidad, el diálogo y el respeto que habían presidido las etapas anteriores.

Pero Joan Rigol ha sido mucho más que un político coprotagonista de la recuperación institucional y de la restauración del autogobierno catalán. Rigol ha sido, también, un hombre cívicamente comprometido. Las dos facetas están unidas por el denominador común de la mirada humanista de raíz cristiana y de su sólido compromiso con el país. Estas son las claves que, también, explican su paso por el Patronat de la Sagrada Familia (2005-2011), etapa en la cual impulsó notoriamente las obras del Templo, codo a codo con su admirado amigo Jordi Bonet, que era el arquitecto jefe. Una etapa que culminó en 2010 con la consagración del templo expiatorio por el Papa Benedicto XVI.

Más allá de su compromiso cívico e institucional, Joan Rigol cultivó su interés por la filosofía y la teología, doctorándose con la tesis 'Fonament Teològic de la dignitat de la persona en la filosofia política de Jacques Maritain' leída en la Facultad de Teología del Seminario de Barcelona en 2008.

Catalunya tiene una deuda de agradecimiento hacia Joan Rigol, persona que entendió la política como un verdadero acto de servicio y que la ejerció con las herramientas del diálogo y la concordia. Un Molt Honorable President del Parlament de Catalunya que, como tal, nos legó un profundo respeto hacia nuestras instituciones de autogobierno. Que en gloria esté.