Yamaha necesita a Viñales más que a Rossi

EMILIO PÉREZ DE ROZAS

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Cuentan, y es cierto, que el británico Lin Jarvis, jefe del equipo Movistar-Yamaha, el hombre de confianza de la firma japonesa campeona del mundo de escuderías, constructores y pilotos, gracias a la velocidad de Jorge Lorenzo y la experiencia de Valentino Rossi, el icono del campeonato, es un hombre, un negociador, un mánager, muy habilidoso, muy pícaro, listo, a veces, incluso demasiado, un jefe que siempre se quiere apuntarse habilidosos acuerdos ante los sabios y observadores japoneses, que actúan en silencio, casi ocultos, pero que son los que, al final, toman las decisiones.

Una mirada rápida, veloz, a 350 kilómetros por hora, sobre la actual situación de la parrilla de la próxima temporada, deja en el peor de los lugares al equipo campeón, a Yamaha, a Movistar (si es que a la compañía española le interesa algo este campeonato) y, sobre todo, a Jarvis, que cree tener la sartén por el mango y, sin embargo, está en la situación más quebradiza de todas, a no ser que mañana se levante con el pie derecho y le haga una oferta de verdad, no de júnior, no de proyecto de campeón, no de novato, al catalán Maverick Viñales.

HA PERDIDO AL MEJOR

Jarvis (se supone con el permiso de Yamaha y el visto bueno de Movistar) ha perdido al mejor de sus pilotos para la próxima temporada. Lorenzo, tricampeón del mundo con la firma de los diapasones, ha decidido irse a Ducati, una moto que puede ganar con el mallorquín y/o con Marc Márquez. La decisión de Jarvis de no renovar a Lorenzo cuando este se lo pidió, justo cuando arrancó la pretemporada, a inicios de febrero, o la semana de Catar, ha terminado empujando al mallorquín hacia la firma de Borgo Panigale.

Jarvis abofeteó a Lorenzo con la renovación, por dos años más (2017 y 2018), de su peor enemigo, el ‘Doctor’. Pero Jarvis, que sabe de esto, sabe que Rossi ya no está para correr contra Lorenzo, ni contra Márquez y puede que ni siquiera contra Viñales.

¿CON QUIÉN GANARÁ YAMAHA?

Jarvis necesita un piloto ganador. Vale, sí, ha conseguido mantener al icono del Mundial, al póster del campeonato, al piloto que más camisetas, gorras y cascos vende, al profesional que más público arrastra a los circuitos, pero Jarvis sabe que con Rossi no ganará Mundial alguno. El ‘Doctor’ está a medio segundo de Márquez y Lorenzo. Y, pronto, de Viñales. Rossi decora, es el mejor anuncio de Yamaha, pero fue cuarto en Catar, era cuarto en Argentina cuando Iannone tiró a Dovizioso y se cayó en Austin (Texas, EEUU).

Si Jarvis no se gasta el dinero en Viñales, Lorenzo y Márquez dominarán los próximos diez mundiales con una mano. Y Jarvis lo sabe, pero es tan hábil que cree que Viñales firmará un contrato de júnior cuando es el único piloto de la parrilla que tiene ofertas de las cuatro grandes marcas para 2017. El único porque Márquez no está en el mercado.

Si Viñales tuviese que firmar hoy, cosa que no hará porque quiere oír todas las ofertas y, sobre todo, saber que lo van a tratar como un piloto ganador y candidato al título (en todos los sentidos, no solo en el económico), renovaría por Suzuki, que le ama y protege. Solo se irá a Yamaha si Jarvis cambia su oferta y la sitúa al nivel de un número uno. También Viñales, por más que diga admirar a Rossi, sabe que el ‘Doctor’ no está para codearse, durante 18 grandes premios, con gladiadores como Lorenzo y Márquez. Y, el año que viene, tendrá un año más.