Tsunami tras la broma a Rajoy

Bullían las mañanas televisivas. Tras la broma a Rajoy del programa El matí i la mare que el va parir (Ràdio Flaixbac), Antonio G. Ferreras (Al rojo vivo) y Javier Ruiz (Las mañanas de Cuatro) tuvieron al autor de este divertimento, Carles Pérez. Fue el gran protagonista del día. Coincidieron ambos programas que era una broma, y que como tal había que entenderla. Y recordaron que hasta al presidente Obama, no hace mucho, también fue objeto de un divertimento parecido. Aquí, lo realmente sorprendente y portentoso es el terremoto, el tsunami, que este programa radiofónico de humor ha producido. Los opinadores televisivos han sacado conclusiones magníficas, o surrealistas, depende de quién las analice. Cuando Rajoy dijo, creyendo que hablaba con Puigdemont, «Yo tengo la agenda muy libre, con lo cual la podríamos fijar (la reunión) para 24 o 48 horas», un artista-comentarista de la tele, Alfonso Merlos (Cuatro), habitual lanzador de petardos desde la trinchera ideológica más derechista, ha deducido, echándose las manos a la cabeza: «Eso demuestra que su agenda está vacía. Es un bombazo. Da una imagen demoledora. ¡Y encima Rajoy pierde el trasero para hablar con un president totalmente independentista!», y parecía que se le abrían las carnes allí mismo. También tras haber dicho Rajoy sobre la investidura: «Yo no sé cómo va a quedar ese asunto», tanto en Cuatro como en La Sexta han deducido: «¡Rajoy no espera ser reelegido». Otras criaturas políticas, representantes del PP, han aprovechado el suceso para barrer hacia ellos mismos y advertir: «¡Eso demuestra que el presidente Rajoy es muy accesible y habla con todo el mundo!». O sea, sacando provecho del golpe humorístico.

En resumen: la broma ha derivado en la tele en un serio tema de análisis y de deducciones de alta política. En sus entrevistas en las matinées televisivas, a Carles Pérez le ha preguntado Javier Ruiz (Cuatro): «¿Estáis arrepentidos?». «Arrepentidos, ¿de qué? -ha respondido con toda la razón del mundo-. Lo que estamos es abrumados por este seguimiento mediático». Y ante la siguiente pregunta, «¿Vais a llamar a Puigdemont? ¡Es que habéis conseguido cerrar la entrevista con Rajoy!», el perspicaz radiofonista contestó la mar de divertido: «Sí, ya solo falta que los de El matí i la mare que el va a parir también asistamos a la cita». ¡Ahhh! Sería divertido.