MIRADOR

Todo es puro teatro

JOAQUIM COLL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

De la entrevista de Artur Mas del pasado lunes y de sus intervenciones en el Parlament esta semana, dos conclusiones parecen relativamente claras. Primero, que sin la autorización del Estado la consulta soberanista no se hará. En el fondo, todos piensan que menos mal, porque como ayer reconoció el diputado de la CUP Quim Arrufat, si se tratase de un referendo oficial, ellos no avalarían una pregunta tan confusa. Pero como no se celebrará, son «pelillos en la mar». Segundo, Mas no tiene ninguna intención de adelantar las elecciones en el 2014, sino de estirar todo lo que pueda la legislatura. Tras el comprometido apoyo de ERC a los presupuestos del año que viene, como mínimo podrá prorrogar los del 2015. Pero la primera regla del teatro es la verosimilitud de los personajes. Cuanto más se aproxima un drama teatral a lo probable, más aumenta su fuerza y también el entusiasmo del público. Por eso, Mas está obligado a poner mucho énfasis en la convocatoria de la consulta. Tiene que demostrar cada día que quiere hacerla, y que está dispuesto a llevarla a cabo de la forma que sea, subrayando la obviedad de que al final votar, votaremos.

A partir de aquí, los pasos son muy previsibles. En realidad, ya han sido anunciados por el conseller de Presidència y portavoz del Govern, Francesc Homs, cuando desveló que el decreto de la convocatoria para la consulta del día 9 de noviembre no se firmaría hasta después de la Diada del 2014, que la Assemblea Nacional Catalana convertirá nuevamente en un instrumento de presión en la calle. Tras la firma del president, gesto que será señalado por los medios públicos catalanes como «el más importante de los últimos 300 años», el Tribunal Constitucional anulará el decreto, y punto. Entonces caerá el telón, con gran enfado de una parte  del público, pero que se mostrará enseguida impaciente para asistir a su continuación.

Mientras todo eso ocurre, en la calle tenemos la dura y cruda realidad de una crisis que no solo nos está haciendo a todos más pobres, sino abriendo una enorme brecha de desigualdad. El tarifazo eléctrico va empeorar enormemente  la cuesta de enero y febrero de muchas familias, que no van a poder asumir el coste de encender la calefacción o ni tan siquiera la luz. Y mientras esa obra teatral despierta tantas pasiones aquí, la inversión por estudiante desde que gobierna CiU ha caído un 30%, pero los fondos para la privada han crecido un 5%. Entretanto, en el Congreso,  la nueva ley de seguridad ciudadana, hecha para beneficiar a las empresas del sector a costa de nuestros derechos, se aprobó con el apoyo satisfecho de CiU y PNV.

Si Mas hubiera obtenido mayoría absoluta en el 2010 o su papel no fuera ahora tan irrelevante en Madrid, no lo duden, la obra de teatro sería otra, lo que en Catalunya seguramente nos permitiría diferenciar mejor la derecha de la izquierda.