Siete años de ebullición en la red

Se acaba de celebrar en Girona la séptima edición de la Catosfera, unas jornadas anuales de internautas catalanes. Siete años después de los primeros encuentros de blogueros, la Catosfera virtual ha experimentado una evolución parecida a la de la Catalunya real. En siete años, el debate estatutario ha quedado superado por la ebullición soberanista. A buenas horas, Esperanza Aguirre confiesa que el rechazo al Estatut de Maragall, Carod, Saura y Mas fue un error político. Durante estos años, instituciones y partidos se han movido más allá de las sentencias del Tribunal Constitucional y eso en internet ha sido perceptible. Las redes sociales y los medios digitales con más línea editorial que recursos periodísticos han jugado un papel determinante en el debate posestatutario en una esfera, la catalana, que dispone de matrícula soberana con el dominio punto cat, que el próximo septiembre cumplirá diez años.

La trinchera de internet ha sido clave en el debate catalán. Una comunidad digital activista y dinámica ha influido en el proceso soberanista, y llegados al punto de unas elecciones llamadas plebiscitarias los organizadores de la Catosfera 2015 han decidido, precisamente en la Girona gobernada por uno de los alcaldes de CiU más independentista, dedicar las jornadas a la reflexión de internet como estructura de Estado. En la era de los ciberataques y del intento del Gobierno de EEUU de garantizar la «neutralidad de la red», los ciberactivistas han debatido el papel de internet en la construcción de un hipotético nuevo Estado. Que el Govern acabase de conceder a Telefónica la gestión del CESICAT, agencia gubernamental de ciberseguridad en Catalunya, ha puesto de manifiesto que los discursos van por un camino y los hechos, por otro.