No sabéis votar

Pese a vuestra incompetencia en las urnas, os daremos otra oportunidad. Pero como volváis a meter la pata copiaréis cien veces 'No sabemos votar'

Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera posan para EL PERIÓDICO

Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y Albert Rivera posan para EL PERIÓDICO / JULIO CARBÓ

ENRIC HERNÀNDEZ

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Vergüenza tendría que daros. Todo el día quejándoos de los políticos y de nuestros recortes, de la crisis y de nuestra corrupción, y el día que os damos la voz en las urnas vais y, en vez de votar como Dios manda y dejar claro quién manda, no se os ocurre nada mejor que repartir los escaños sin ton ni son. ¿No os dais cuenta de que esa no es forma de votar?

Ya os vale. Que una cosa es cambiar el sentido del voto y otra votar sin sentido. Como si no fuera bastante difícil gestionar la cosa pública, todavía lo complicáis más dividiendo el voto entre cuatro. Con lo bien que nos has ido todos estos años, cuando la democracia era cosa de dos. ¿Y ahora quién desface este entuerto?

Claro, ahora nos diréis que vuestro voto es libre y soberano, que hacéis con él lo que os place. Y que nuestro deber es obrar en consecuencia y ponernos de acuerdo. ¿Y se puede saber qué carajo significa eso? Vale, que gobierne el más votado, pero... ¿y si nadie lo apoya? A la gran coalición le falta una pata, la alianza de derechas no suma, la de centro tampoco y la de izquierdas necesitaría el apoyo independentista. ¿Veis el lío que habéis montado, inconscientes?

Cosa de profesionales

Mirad, la política es cosa de profesionales. Aquí de lo que se trata es de adueñarse de los despachos oficiales, acusar al Gobierno saliente de haber arruinado el país y hacer todo lo contrario de lo prometido en campaña con la coartada de la 'herencia recibida', muy práctica también para amordazar a la oposición. Y lo más importante: aprovechar los resortes del poder para perpetuarse en el mismo, misión que requiere una sistemática y concienzuda destrucción del adversario.

Hasta vosotros podréis comprender que uno no puede achacar a su rival todos los males del país si gobierna con él. O que aniquilar a tu socio siempre es un mal negocio. O que compartir éxitos y fracasos impide patrimonializar los primeros y desentenderse de los segundos.

Así que, pese a la incompetencia que habéis demostrado en las urnas, os daremos otra oportunidad. Pero cuidadito con lo que hacéis, que como volváis a meter la pata nos copiaréis cien veces 'No sabemos votar'.