La política mediática

El patito del PSC

Iceta apeló en 'Sálvame Deluxe' a su físico para justificar sus zalamerías escénicas como acto compensatorio, por ser, según él mismo dijo, bajito y con coronilla

politica monegal iceta

periodico

CARLES SANS

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hace cinco años nadie hubiera imaginado aquí en España que un político en activo con un cargo de responsabilidad llegaría a ser la estrella invitada de un programa de televisión de entretenimiento cuyos márgenes van del rosa al amarillo a cambio de audiencia. Es algo que habíamos visto hacer a los estadounidenses, que entendíamos como genuinamente anglosajón y cuya intención era mostrar como 'normal' a una persona supuestamente preparada y con grandes responsabilidades públicas. A muchos ciudadanos les gusta descubrir que detrás del político formal hay alguien divertido, un poco gamberro, o cuya condición sexual es diferente a la imaginada. Ese afán de mostrarse como 'ordinary people', rompiendo la rigidez que les caracteriza, al político le da votos y a la cadena audiencia. Todos salen ganando. 

El pasado sábado tuvimos la sorprendente aparición de Miquel Iceta, el líder del PSC, en 'Sálvame Deluxe'.  Al señor Iceta no le conozco personalmente, pero es de los pocos políticos a los que llevo escuchando con interés desde hace bastante tiempo. Es de los que, en caso de conocerle, probablemente me lo pasaría bien al tiempo que me interesaría lo que me pudiera decir. En debates y tertulias es una persona que pondera y reflexiona con claridad y solidez.

Muy al contrario del Iceta vocinglero e histriónico que piruetea sobre los tinglados en campaña electoral. Pienso que a Iceta se le da mal gritar. Con lo de bailar, ya no me meto; va a gustos. En cualquier caso, confieso que cuando en unos de esos mítines le vi brincar junto a Pedro Sánchez esbocé una sonrisa de simpatía porque, cosa rara en política, me pareció tierno y espontáneo al mismo tiempo.

El sábado habló de lo que al programa le da audiencia: su salida del armario, su afición a la canción española y de su físico, que utilizó para justificar sus zalamerías escénicas como acto compensatorio, por ser, según él mismo dijo, bajito y con coronilla. De todos modos, tengo la sospecha de que por ese camino el patito feo del PSC acabará siendo un cisne blanco y de altos vuelos. Al tiempo.