APRESTO DOMINICAL

Los ruidos esconden la señal

Nate Silver, estadístico de éxito en el 'New York Times'.

Nate Silver, estadístico de éxito en el 'New York Times'.

JOSEP-MARIA URETA

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DijoMariano Rajoyel miércoles en Bruselas que no esperaba que la Comisión Europea pusiera más deberes a España en la reunión del día 29. El argumento del presidente es que se está cumpliendo. El del examinador principal,Oli Rehn, será exhibir datos inquietantes («desorbitados» fue la frase de hace unas semanas) sobre los principales indicadores económicos.

Esta diferencia de percepciónRajoy-Rehn y la exigencia de imparcialidad en la interpretación remite a una de las obras más comentadas en el sector académico de los números (economistas, matemáticos, estadísticos...),The signal and the noise(La señal y el ruido), del matemáticoNate Silver,famoso por haber pronosticado en elNew York Timesdesde inicios del 2012 queObamaera el muy seguro ganador de las elecciones de EEUU de noviembre. Su arma: el manejo impecable de la estadística electoral. Su principio: separar ruido y señal, según las leyes de la acústica.

La ratio entre ambos se mide por la potencia de la señal que transmite y la potencia del ruido que la corrompe. Exagerando, sería tratar de enmascarar la claridad de las cifras (la señal) con el ruido de las excusas (el discurso y otros datos). Las teorías deSilver se cuentan entre los fundamentos del avance de la ciencia prospectiva (predecir lo que va a ocurrir).

A la espera del ruido perturbador, ¿qué datos económicos son una buena señal de cómo estamos? Puede servir el blog que la Societat Catalana d'Estadística y el Idescat han creado (e2013.wordpress.com; idescat.com) con motivo del Año Internacional de la Estadística. El mes de mayo -¿premonición?- lo han dedicado a los datos sobre la crisis. Elijamos cuatro.

Xavier Cuadrasanaliza los datos del paro en Catalunya a partir de la Encuesta de Población Activa (EPA) y propone más precisión en el análisis, porque «los efectos de la crisis no han sido simétricos». El nivel de formación de los inscritos en el paro indica mejor las causas, incluso, que la edad. Otra señal reveladora: el número de parados jóvenes se ha multiplicado solopor 2,3 en cinco años, y el del total de parados por 3,1. Es un aviso inquietante que los jóvenes sin formación ni siquiera forman ya parte de la población activa.

El segundo indicio que va a pesar en Bruselas es el estado de las cuentas de las pensiones. En la citada web,Montserrat Guillén Estanyadvierte: «Pronto las pensiones estarán en función de datos estadísticos como nunca había ocurrido con anterioridad». Más vale elegir bien cuáles. La autora indica uno, la esperanza de vida, y previene que su cálculo puede variar según cómo se haga: «Desde 1991 se han ganado casi dos años de esperanza de vida por quinquenio, pero la esperanza de vida a partir de los 65 años solo ha crecido un año de cada cinco transcurridos».

Tercer aviso previsible de la UE, el más molesto: el fraude surgido del desbarajuste en las cuentas públicas.Manuel Rodríguez Díazlo plantea como un desafío estadístico. Organiza el fraude a la Seguridad Social quien conoce sus debilidades (los «buscadores de oportunidades»), y les vence quien desde la técnica estadística crea, sin cesar, los programas de detección.

Cuarto dato, recién aportado porHugo Rodríguez yHéctor Sala, el núcleo de las estadísticas de la crisis: el legado de la burbuja inmobiliaria y financiera. Por su constancia, parecen los datos de una enfermedad crónica. En el 2008, el 60% de los préstamos eran al sector inmobiliario, y progresivamente los prestamistas eran bancos no españoles (hoy, suportavozde última instancia esOli Rehn) que acechan al deudor. Un gráfico elocuente es el calificado dedudosidad: la probabilidad de que los deudores españoles no paguen. Roza el 30%.

Mala señal.