LAPAO: mucho circo y poco pan

"Señora Rudi, por más que una ley estúpida lo dicte, en mi valle no hablarán LAPAPYP, y el catalán no será LAPAO"

Luisa Fernanda Rudi, Dolores de Cospedal y Alberto Ruiz-Gallardón.

Luisa Fernanda Rudi, Dolores de Cospedal y Alberto Ruiz-Gallardón.

VERÓNICA FUMANAL

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Lacrisis económicaestá demostrando quela clase política de todo lugar y procedencia ideológica no está preparada para abordarla, gestionarla e intentar paliar sus catastróficos efectos. Observamos que, en un momento donde la obsesión de los políticos debería ser cómo frenar los estragos que el paro genera en nuestra sociedad, son otras cuestiones las que ocupan la "noble" tarea de los representantes públicos, que, a través de cuestiones polémicas, distraen la atención sobre su ya demostrada incapacidad para gobernar la crisis.

Son muchos los ejemplos que podrían ilustrar estas políticas de humo estériles que solo persiguen la confrontación y la polémica, pero esta semana elGobierno de Aragón merece que nos detengamos en la ya famosa ley de lenguas de la comunidad.

El Gobierno popular deLuisa Fernanda Rudiha decidido que a partir de ahora,la lengua hablada en la parte oriental de Aragón se denomine LAPAO, y que las lenguas diversas que se hablan en el pirineo y prepirineo se llamenLAPAPYP.La lengua parece que está de moda, e instrumentalizarla comoarma arrojadiza de unos ciudadanos y comunidades contra otras está resultando una manera efectiva para animar más el circo, cuando no hay pan.

La realidad es la que es, y se impone a las estrategias de distracción de los políticos. Según los últimos datos de laEncuesta de Población Activa, en Aragón hay una tasa de paro del 22,36%, que entre menores de 25 años es del 50,29%, una cifra que si la reducimos a las edades comprendidas entre los 16 y los 19 años llega a un escandaloso 90,77%. Muchas de esas personas desempleadas hablan catalán, chistabín, patués o benasqués, ansotano..., y todas ellas se lamentan en sus lenguas de cómo el Gobierno de Aragón se dedica a utilizar su cultura para hacer política, en lugar de hacer política para generar riqueza en la comunidad.

Señora Rudi, por más que una ley estúpida lo dicte, en mi valle no hablarán LAPAPYP, y el catalán no será LAPAO. Si lo que quería era dinamitar los ya débiles puentes que existen entreCatalunya yAragón va por el buen camino. Sin embargo, los aragoneses seguro que agradecerían más políticas de empleo, más inversión pública en las zonas rurales y más orgullo por la cultura y las lenguas aragonesas, que ahora se han visto reducidas a un acrónimo politizado.

Firmado: una aragonesa que no habla LAPAPYP ni LAPAO. Hablo chistabín y catalán.