¡Hagámoslo por todas las Laies!

JOAN GUIRADO I GARCIA

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No conocí nunca a Laia, aunque me habían hablado de ella. Ahora leyendo sobre su carácter luchador -como su padre y su primo a quien sí conozco personalmente- me doy cuenta de que me he perdido la posibilidad de haber podido intercambiar, pese fuera dos solas palabras, algo sobre la vida con una niña con una capacidad emocional y de superación envidiable, de las que transmite la fuerza necesaria a aquellos que en situaciones adversas, no somos tan fuertes.

Hasta hace muy poco tampoco había oído hablar del DIPG o lo que es lo mismo, el Glioma Difuso de Tronco. Malditos cánceres que se han llevado personas tan importantes de nuestras vidas... A algunos, esta epidemia del siglo XXl a la que en plena era del conocimiento y la tecnología todavía no hemos encontrado solución, con un recorrido vital importante en los hombros pero otros como Laia, con un futuro prometedor cargado de ilusiones y sueños por cumplir.

El DIPG es una clase de tumor en la parte más profunda del cerebro. Sí, a Laia el maldito cáncer fue a atacar a la parte más importante de nuestro cuerpo, sobre todo en un niño que está en proceso de desarrollo y crecimiento. Ella convivió con el DIPG durante 26 meses, un récord teniendo en cuenta que la esperanza de vida de las niñas y niños afectados por esta enfermedad está entre los 12 y 24 meses. Valiente... Como dice su hermana en un vídeo que la familia ha difundido para recaudar dinero para la investigación de esta enfermedad a través del hospital de Sanr Joan de Déu, sus ganas de vivir le hicieron romper todos los esquemas. Durante estos más de dos años de lucha, Laia dibujaba libretas y las llevaba a la tienda solidaria de Sant Joan de Déu. Incluso dibujó a su familia, en palabras de su padre a la perfección. Quien sabe si estábamos ante una futura Pilarín Bayés ...

Laia por mala suerte no podrá volver a acercarse a su madre con la hucha en la mano el día de La Marató de TV3 para darle sus ahorros para hacer una donación. Pero de su hucha, un búho multicolor al que seguro Laia le tenía una gran estima y debe representar bien su forma de ser, salieron los primeros céntimos para una campaña iniciada por su familia que está volviendo a demostrar la solidaridad de este nuestro gran país y a la que aún falta sumarse mucha gente. Porque en 2012 el cáncer interrumpió la vida de Laia cuando empezaba a vivirla en plenitud. Y os aseguro que cuando el cáncer decide llamar a nuestra puerta, como dice otro gran luchador en la materia como Albert López Ortega de Vivir a Contracorriente, no avisa.

Desde allí donde esté, seguro que Laia debe continuar siendo igual de valiente, presumida, cariñosa, simpática, guapa y risueña, como dicen sus amigas en el vídeo de difusión. Como dice desde el corazón Mónica en el anuncio, cada noche cuando oscurece, entre las estrellas aparece un ángel especial que brilla... es Laia que desde la distancia, envía fuerzas a todos los que luchan contra la maldita enfermedad que le robó la vida.