«Estamos muy nerviosas, aún no nos lo creemos»

Design Avenue no es un grupo de rock: es el proyecto de estas alumnas de FP que por un día convertirá La Sedeta en una pasarela de moda

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MAURICIO BERNAL

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Estas cinco mujeres tienen entre 19 y 27 años y estudian Asesoría de Imagen Personal y Corporativa en el instituto Salvador Seguí, en Barcelona. Tienen sueños de futuro que no siempre coinciden, pero en este momento están unidas en torno a un proyecto de final de curso que en muchos momentos les ha hecho preguntarse si no se habían metido en algo muy grande. Pero no. Todo está listo, o casi. El próximo miércoles habrá un desfile de modas en el centro cívico La Sedeta organizado por las cinco integrantes de Design Avenue; en la foto, de izquierda a derecha, Maria Jurado, Laura Ávila, Sheila Viedma, Andrea Barrera y Cristina Bosch.

-¿Design Avenue?

-Claro, porque el proyecto pasaba por montar una empresa, y nosotras hemos creado Design Avenue, que es una empresa de publicidad y promoción de moda.

-Una empresa… ficticia.

-Bueno, una empresa que no está registrada aún.

-¿Aún?

-Nos gustaría seguir. Pero ya se verá.

-Será ficticia la empresa, pero el desfile es de verdad. ¿Ha sido muy complicado?

-Lo más difícil fue encontrar a los diseñadores. Sin duda. Sin diseñadores no podíamos hacer nada. Estamos en esto desde septiembre y la verdad es que durante casi tres meses estuvimos en el limbo. Pero en cuanto tuvimos a las diseñadoras, todo empezó a solucionarse, como en un efecto en cadena.

-¿Quiénes son?

-Son cuatro jóvenes diseñadoras. Queríamos que fueran jóvenes y que estuvieran empezando, porque la gente joven que está empezando siempre tiene dificultades para darse a conocer. Son Ivet Casanovas, Ariadna Bosch, Elisabeth Monteiro y Aina Moroms. Aina Maria viene de Mallorca, y Elisabeth de León.

-¿Gratis?

-Gratis, todo es gratis. Todo a este nivel se basa en intercambiar favores, en ayudarse unos a otros. A cambio de su participación ponemos a su disposición un fotógrafo para que hagan toda una sesión de fotos.

-¿A cuántas personas han reclutado?

-Bueno, entre maquilladoras, peluqueras, modelos... Las diseñadoras, el DJ… Unas 50 personas. Hicimos dos días de cásting de modelos y al final van a desfilar unas 30. Luego empezaron a recomendarnos gente. Porque, aunque no cobres, es currículum. Y no le dijimos que no a nadie. Pensamos que a nosotras también nos gustaría que alguien nos diera una oportunidad.

-¿Nunca se les salió de las manos?

-Al principio nos sentíamos perdidas. Pero el proyecto fue creciendo, evolucionando, y nosotras un poco con él.

-¿Piensan que van a llenar la sala?

-¡Eso esperamos! Hemos impreso una serie de invitaciones que hemos enviado a tiendas de jóvenes diseñadores, a gente del mundillo… Una especie de primera fila VIP. A partir de ahí, la entrada es libre.

-Son cinco. ¿No hubo discrepancias?

-Claro, hubo fricciones, como en cualquier empresa. Cada una tiene un rol definido, pero el trabajo de cada una depende de lo que hagan las otras, y por ahí se produjo algún roce. Pero nada importante.

-Bueno, parece que todo está listo, ¿no? ¿Cómo se encuentran ahora?

-¡Estamos nerviosas! Nerviosas, alteradas… No nos lo creemos. Después de tantas trabas, ahora tenemos la impresión de que todo va muy bien, demasiado bien… Así que estamos esperando a ver qué falla.

-¿Me recuerdan cuándo es la cita?

-El próximo miércoles, 5 de abril. A las 18.00 horas en La Sedeta.