Un ensayo de miedo

Hace mucho que los ingleses distinguen la novela de aventuras (romance) de la novela literaria (novel), aunque todo sea narrativa de imaginación (fiction). La primera, urdida como vehículo de una historia plagada de vicisitudes, es de fácil lectura, se disfruta mientras se usa y su nivel de metabolización es bajo; la segunda, que consiste sobre todo en una exploración verbal y cognitiva, tiende a ser difícil, su digestión es lenta y nunca parece concluir (Kafka no tiene fondo), por eso su incidencia en la estructura mental de los lectores puede ser alta. Estas obviedades las he recordado leyendo, no una novela, sino un ensayo: Capitalismo canalla (Seix Barral), de César Rendueles, cuyo subtítulo declara su método: Una historia personal del capitalismo a través de la literatura. Esto es: subjetividad y empleo de la literatura como espejo social.

Un lector apresurado diría que Rendueles es el ensayista que le ha brotado al 15-M. Un lector más sutil añadiría que es un ensayista político accesible a todos los públicos (si bien para algunos su contacto puede ser urticante). El libro que lo puso en circulación, Sociofobia (2013), revisaba las frágiles posibilidades de una política emancipadora hoy y ponía en solfa el ciberfetichismo con que desayunamos cada día. Los viejos lemas revolucionarios de libertad, igualdad, fraternidad han sido caricaturizados en el mundo digital: ¿libres o más constreñidos, iguales o burlados para no ver la desigualdad, solidarios y acompañados por estar múltiple y anónimamente conectados?

En Capitalismo canalla cuenta cómo hemos llegado hasta aquí. Pero es un relato sin la arrogancia del doctrinario o el iluminado, un relato tejido con las impresiones de un lector que ha acudido a la literatura en busca de lo que esta comporta de testimonio histórico. Y es también una reflexión sobre el modo en que el capitalismo de consumo y su racimo de engaños se ha introducido en cada uno de los ciudadanos como un veneno autodestructivo. Entre anécdotas biográficas y glosas de tramas novelescas o poemas, Rendueles recorre la galería de horrores por la que nos han (nos hemos) conducido al gran teatro del presente. Su libro no es un ensayo literario, sino más bien de aventuras, todas atroces y en las que siempre vencen los mismos.