Editorial

Contradicciones sobre el legado Pujol

Las nuevas comparecencias de miembros de la familia en el Parlament siguen sin aclarar el origen de los fondos de Andorra

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En la comisión de investigación del Parlament sobre el fraude fiscal y la corrupción comparecieron ayer tres hijos de Jordi Pujol y Marta Ferrusola: Marta, Oriol y Pere. De nuevo mucha expectación ante la presencia de tres vástagos del que fuera president después de la intervención estelar del primogénito la semana pasada. Y de nuevo las expectativas quedaron muy lejos de quedar satisfechas, aunque las declaraciones alguna versión contradictoria depararon.

Marta (arquitecta) y Pere (socio de una consultoría ambiental) procuraron no entrar en cuestiones relativas al supuesto legado del fallecido Florenci Pujol, que sería el origen de la fortuna de la familia, y se extendieron en explicaciones más o menos genéricas sobre sus relaciones con distintas administraciones. Sin embargo, la declaración de Marta aportó alguna novedad. La hija mayor aseguró que el supuesto legado se había repartido entre la esposa y los hijos del president y que cada cual gestionó su parte a partir de 1992, aunque el mayor (Jordi) lo seguía tutelando. No hubo forma de ir más allá porque la declarante (y más tarde Pere) se remitió a la comparecencia que el 26 de marzo debe hacer su hermano Jordi en un juzgado de Barcelona. Ese fue el motivo que el primogénito esgrimió la semana pasada para no avanzar en este punto pese a la prolija explicación de sus actividades como «dinamizador económico».

Oriol Pujol, el único de los hijos que se dedicó a la política y que dimitió por su imputación en el caso ITV, mantuvo ayer, sin embargo, que no tiene dinero en el extranjero (no habló del pasado) y que por tanto no ha regularizado cantidad alguna. No hubo manera de salir de ese punto oscuro y supuestamente contradictorio. Oriol reiteró durante dos horas que ni él ni su esposa se beneficiaron de las adjudicaciones de ITV o de operaciones de deslocalización de empresas.

Una tarde más, las declaraciones dejaron la impresión de estar ante una familia que se ha beneficiado de la posibilidad de tocar muchas puertas y obtener beneficio de ello, legalmente o no -eso lo dirán los jueces-, pero seguimos sin saber lo más sencillo. Si todo está tan claro como el patriarca Pujol pretendió explicar el 25 de julio, ¿por qué no se exhiben los documentos que lo demuestren? ¿Por qué los Pujol se parapetan tras el secreto bancario para no explicar el origen y la evolución de esos fondos? Seguimos a la espera.