77 años, tendencia mundial de Amparo Baró

IOSU DE LA TORRE

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La simpatía universal conquistada por Amparo Baró se concretó en el día del último suspiro. La etiqueta con el nombre y apellido de la actriz fue trending topic mundial en Twittertrending topic , que es la referencia que usan los modernos para hablar de qué es tendencia, otra modernez lingüística. Hashtag con las botas puestas. Baró se ha despedido con una paradoja, involuntaria, pero paradoja: una septuagenaria embalsamada en red social, agitada en el gritódromo de la realidad paralela.

La culpa es de la televisión, esa caja despreciada hasta el plasma, pero capaz de reunir a gentes de distintas generaciones, enfrentadas en la intención de voto, pero que aceptan el consenso de la risa, o la sonrisa, ante una serie (Siete vidas) que contaba con la veterana que, medio siglo atrás, convenció a Adolfo Marsillach para los trabajos más complicados. Era Sole, la de las collejas a Toni Cantó, Javier Cámara, Florentino Fernández, Blanca Portillo y más actores. Daba la impresión de que se interpretaba a ella misma, pero no. La confusión era del espectador que acaba creyéndose como propio todo lo que sale por la tele. Amparo Baró era un animal de la interpretación, como cuenta aquí al lado Quim Casas. Gustó por comunista clandestina -fumó con Santiago Carrillo en un capítulo de Siete vidas- y decepcionó al votar al PP. Luego se arrepintió y acabó afirmando tonterías sobre el idioma catalán.

Trending topic mundial.