11-M: Otra víctima, distinta

Es una víctima cuyo nombre no figura entre la lista de víctimas del 11-M. El reportero Gonzo, que lo entrevistó en El intermedio (La Sexta), lo definió como: «Un daño colateral de los conspiranoicos de la derecha mediática de El Mundo y de la COPE». Es Rodolfo Ruiz, excomisario jefe de la comisaría de Puente de Vallecas. Parece un hombre desnortado, a pesar de haber pasado ya 10 años de aquella tragedia. A veces con la mirada perdida, fue contestando las preguntas y relatando el calvario que ha sufrido él y su familia. Continuamente acosado y acusado por esa derecha mediática de la que hablaba Gonzo, este policía fue sistemáticamente agredido por el método del linchamiento. «Se cebaron conmigo. He estado metido en un pozo mucho tiempo», decía con enorme tristeza. Llegó a ser señalado por los conspiranoicos como «colaborador de la masacre criminal del 11-M», porque fue en la comisaría que el dirigía donde se descubrió la famosa mochila con explosivos, la prueba que desmontaba la interesada obsesión de los que señalaban a ETA. Fue perseguido con airados e insultantes titulares de prensa y alocuciones radiofónicas. Su esposa no pudo resistir tanto ensañamiento y se suicidó. Su hija ha estado mucho tiempo en tratamiento psicológico. En la entrevista con Gonzo, el excomisario Ruiz aseguró que ahora estaba mejor. Le contradecían el rictus de su rostro, y sus ojos. Wyoming terminó el programa diciéndonos: «Imagínense ustedes por lo que ha pasado este policía. Imagínense ustedes también la falta de escrúpulos de los que publicaban y hablaban contra él».

'VELVET' ABRAZA EL CULEBRÓN .- La teleserie Galerias Velvet  (A-3 TV) ya discurre por el sinuoso cauce del amor, los celos, la ambición, el odio, los hijos secretos que van apareciendo por sorpresa, el chantaje y la extorsión. O sea, los ingredientes típicos del género telenovela. Engancha poderosamente, pero lo hace entregada a la trama típica del culebrón.

PESADILLA O RUTINA .-  Un aire de rutina emocional envuelve las cocinas de Chicote (La Sexta). Cambian los restaurantes y sus calamitosos propietarios, pero los conflictos se repiten. Cada vez es mas terapia psicológica, arreglo de matrimonios, soluciones para los líos entre las familias. Si no fuera por Chicote, que mantiene el tono muscular como el primer día, habría aburrimiento más que pesadilla.