CRÓNICA

Xavier Baró, protesta y magia

El trovador recorrió su cancionero popular en Barnasants

Xavier Baró, durante su recital en el auditorio Barradas.

Xavier Baró, durante su recital en el auditorio Barradas.

JORDI BIANCIOTTO
L'HOSPITALET DE LLOBREGAT

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Xavier Baró lleva más lejos que de costumbre su idea de una canción popular que no pase por alto los sinsabores de la vida sino que ahonde en ellos para sacudir conciencias. El domingo, a su paso por Barnasants, en el auditorio Barradas, apareció armado con el sombrío y beligerante repertorio de Allau d'estrelles solitàries, que amplió con otras piezas que acuden a la memoria popular de un modo no precisamente soleado.

Canciones, las de este nuevo mini-CD, con las que Baró expresa su mirada a las tormentas de nuestro tiempo a través de vivencias precisas en tercera persona que podrían haber tenido lugar hace tres siglos o tres semanas. Historias «de la gente sencilla, que habla y no se la escucha», señaló mientras iba entrando en materia retomando canciones del pasado como La catedral de joglaria y Miro amb els meus ulls. Contó con breves ayudas de Víctor Verdú, al órgano litúrgico, y Heura Gaya con su voz y su gralla, si bien en el corazón del recital estableció un diálogo exclusivo, esencial, con el arpa de Josep-Maria Ribelles. Una alianza que dio a ese temario más bien desolador un contrapunto mágico.

AIRE SOBRENATURAL / En esa etérea compañía, El nen d'Hiroshima mostró contornos más celestiales que siniestros, y la denuncia social se alió con un místico culto a la belleza en Allau d'estrelles solitàries y Sense el ressò del dring. La crítica árida se hizo compatible con un preciosismo sonoro de luminosidad sobrenatural, donde la voz menestral de Baró fijó los puntos de anclaje con la realidad. El diálogo con la muerte acompañó A la plaça fan ballades camino de unos bises con citas a Rimbaud (Els corbs) y a El jove joglar, con su interrogante para tiempos de recortes: «Qui llençarà uns cèntims a aquest joglar?»