CRÓNICA DE TEATRO

'Pretty', la tiranía de vivir bajo la obsesión de la belleza

La Villarroel dispensa una buena acogida a la ácida comedia de Neil Labute dirigida por Marilia Samper

Joan Carreras (izquierda) y Pau Roca, en un ensayo de 'Pretty'.

Joan Carreras (izquierda) y Pau Roca, en un ensayo de 'Pretty'.

CÉSAR LÓPEZ ROSELL / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cómo somos y cómo nos ven los demás. Y, sobre todo, cómo  afectan a nuestra estabilidad emocional las opiniones que otras personas de nuestro entorno vierten sobre nosotros, especialmente si se trata de un tema tan sensible en la sociedad actual como el de la obsesión por la belleza. De eso habla 'Pretty', ácida comedia del dramaturgo y cineasta Neil LaBute que la inquieta compañía Sixto Paz ha estrenado en La Villarroel.  El montaje de Marilia Samper, que ha dirigido ya al grupo en 'Pulmons' y 'Si existeix encara no ho he trobat', potencia el juego dramatúrgico de este texto, a ratos alocado pero siempre reflexivo.

Al autor de obras como 'Gorda' o 'Coses que dèiem avui', representadas en Barcelona, le gusta meter el bisturí en cuestiones que apelan directamente a los comportamientos del espectador. Y lo hace con un estilo directo y mordaz. En este caso, nos sitúa frente al espejo que refleja la tiranía de vivir bajo el prejuicio de los valores estéticos. Y con una dosificada administración de las tensiones que se crean entre los cuatro personajes de la historia, Samper logra sujetar las riendas de lo que podría convertirse en un caballo desbocado con la implicada colaboración de un reparto que contribuye a que la riada de excesos no arrastre el trasfondo de la obra.

UNA NOVIA "NORMAL"

Se da la circunstancia de que este es el primer texto teatral de LaBute, escrito en el 2008. Este hecho hace que algunas de las cuestiones que plantea suenen a revisitadas. La trama parte de un asunto banal para los que lo observan desde fuera, pero no para la afectada protagonista. Edu (un aparentemente sosegado Pau Roca) comenta a su amigo Toni (un cínico Joan Carreras) que su novia Meri (Sara Espígul, una explosiva peluquera que no sabe controlar sus emociones) tiene un rostro "normal". Carla (pareja de Toni que siempre se ha sentido guapa) escucha estas confidencias y las transmite a su amiga poniendo el acento en la escasa valoración que el aspecto físico de la chica tiene para el joven con el que convive.

La reacción de ella proclamando que nunca podría vivir al lado de alguien que no la considere guapa llega al histerismo. No acepta, ni escucha, las explicaciones de Edu, ni se plantea si el mensaje le ha llegado distorsionado. Al contrario. La escalada de explicaciones que le ofrece el paciente novio solo contribuye a acelerar el desencuentro. A partir de este momento, las historias cruzadas de los personajes irán evolucionando hacia nuevas situaciones, con malas interpretaciones por medio, de las que cada uno de ellos acaba siendo víctima.

"¿A quién se le ocurrió un día inventar el espejo?", se pregunta un desesperado Edu, mientras Meri se topa con alguien que le sabe decir lo que ella quiere escuchar y el desenfadado Toni encuentra alicientes fuera de su relación con Carla, sin que esta quiera darse por enterada. LaBute sitúa en el extremo el tema de la dependencia que las personas tienen por la estética y, centrándose en este espejismo, deja de lado el valor de la belleza interior que, salvo en la actitud de Edu, solo comparece muy ligeramente en esta interesante comedia.

TEMAS