Jennifer Aniston

Mejor en plan fea

La reina de la comedia romántica quiere borrar dos décadas de sonrisa meliflua para convertirse en una referencia dramática con 'Cake' y entrar en la carrera de los Oscar

Jennifer Aniston, desmejorada, en su papel en la película 'Cake'.

Jennifer Aniston, desmejorada, en su papel en la película 'Cake'.

POR NOELIA SASTRE

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Jennifer Aniston está en plena promoción. Pero esta vez no llega con una comedia al uso, de esas que llevan su sello desde hace dos décadas. Esta vez presenta un drama llamado Cake que ya le ha dado unas cuantas alegrías: una gran ovación tras su estreno en el Festival de Toronto en septiembre o las recientes nominaciones al Globo de Oro y a los premios de la Crítica como mejor actriz dramática. Y si todo sale como espera, la próxima nominación podría ser al Oscar. Los nombres se anunciarán el 15 de enero, así que todos los que tienen opciones están, como cada año, metidos en una carrera contrarreloj. En su caso, esa carrera pasa por contratar los servicios de la asesora de los Oscar Lisa Taback, salir en toples en la portada de Allure (aunque sin enseñar nada) junto a su peluquero, desmentir eternos rumores de embarazo a sus 45 años o dar entrevistas a cabeceras como Harper's Bazaar.

 

«Mi papel en Cake ha sido el mayor desafío, y al mismo tiempo la mayor recompensa. No sé si habría sido capaz de hacerlo hace cinco o 10 años. Ahora estaba preparada», dice la actriz, añadiendo que le encanta hacer comedias y tener esa habilidad para hacer reír. La película dirigida por Daniel Barnz, donde también actúan la hija de Meryl Streep -Mamie Gummer- y Felicity Huffman, se ha estrenado en varias salas en diciembre para cumplir con las reglas de los premios de la Academia, y llegará a las pantallas americanas de forma masiva el 23 de enero.

Rodada en 33 días y de bajo presupuesto, Aniston aparece con el pelo sucio, la ropa ancha, sin maquillaje, tan solo con las cicatrices que le deja el accidente de coche al que su personaje sobrevive. Se llama Claire y es una mujer depresiva, obsesionada con el suicidio de una compañera del grupo de ayuda donde todos padecen de dolor crónico y están enganchados a las pastillas. «Recuerdo el primer día de rodaje», ha declarado. «Era una escena en la calle y no lucía precisamente el mejor look. Estaba horrorosa. Me preocupaba que alguien pudiera sacar alguna estúpida foto, pero al mismo tiempo sentí una extraña libertad al pensar que no debía estar pendiente de eso».

 

Esquivando paparazis

Barnz, el director, tenía claro que quería trabajar con ella. «Debíamos elegir a alguien a quien se pueda perdonar enseguida», explicó. Incluso si suelta un puñetazo en la cara, como Aniston reconoce que «probablemente le haría a algún paparazi». Claro: si de algo sabe esta mujer es de esquivar fotógrafos. Lleva años sufriéndolos, desde que saltó a las televisiones de todo el planeta con Friends. Desde que su exmarido Brad Pitt la dejó por Angelina Jolie. Desde que aparece con algo de tripa en las fotos y se rumorea un embarazo con óvulos congelados. «No me gusta que me presionen, que digan que he fracasado como mujer por no ser madre. No es justo. Puede que no haya dado a luz, pero eso no significa que no tenga un sentimiento maternal hacia los hijos de mis amigos o mis perros. Siempre se dice lo mismo de mí: que me he centrado demasiado en mi carrera», se queja en Allure.

 

Puede que Aniston esté ante un movimiento clave en su carrera, como Halle Berry con Monster's Ball, Charlize Theron con Monster o Matthew McConaughey con Dallas Buyers ClubCake es su primer filme indie desde Amigos con dinero (2006). «Su actuación es honesta, pero la película tiene menos potencial emocional del que pretende, y parecen haberse pasado con la medicación para llegar a los fans de Aniston», apunta la crítica de The Hollywood Reporter, que augura un gran éxito de taquilla a Cake, aunque no superior al de Somos los Miller.

 

En el camino hacia la estatuilla dorada, Aniston cuenta con Lisa Taback, una gurú de las campañas que hasta hace meses trabajaba con los todopoderosos hermanos Weinstein. Publicista y asesora, vende los proyectos de sus clientes ante los más de 6.000 miembros de la Academia. Hace de todo: desde coordinar proyecciones hasta llamar a periodistas, montar fiestas, enviar deuvedés, hablar con blogueros, organizar entrevistas... Es una lobista en Hollywood. Y Aniston la necesita.