'El renacido': delirios de grandeza

NANDO SALVÀ

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{"zeta-legacy-despiece-horizontal":{"title":"El renacido\u00a0\u2605\u2605","text":"Direcci\u00f3n:\u00a0Alejandro Gonz\u00e1lez I\u00f1\u00e1rrituCon:\u00a0Leonardo DiCaprio, Tom Hardy, Will Poulter, Domhnall\u00a0GleesonT\u00edtulo original:\u00a0'The revenant'Pa\u00eds:\u00a0Estados UnidosDuraci\u00f3n:\u00a0156\u00a0minutosA\u00f1o:\u00a02015G\u00e9nero:\u00a0DramaEstreno:\u00a05\u00a0de febrero\u00a0del 2015"}}

No, en 'El renacido', Leonardo diCaprio no es violado por un oso, aunque que un rumor tan absurdo se hiciera viral resulta muy ilustrativo acerca de los tormentos a los que el director Alejandro González Iñárritu le sometió durante el rodaje de este wéstern ultraviolento. El actor se pasa la película gruñendo y gimiendo mientras su personaje, malherido y a expensas de un clima terrible, cruza 300 kilómetros de bosque para cazar al hombre que mató a su hijo. ¿Por qué tanto sufrimiento? No hay respuesta.

De haber sido concebida como una versión decimonónica de una película de Charles Bronson, 'El renacido' podría haber sido un triunfo. Pero, como ha demostrado a lo largo de su carrera, Iñárritu se toma a sí mismo muy, muy en serio. Él aspira a la grandeza. Que el relato sea pasmosamente simple y los diálogos embarazosos no le importa porque esas cosas son solo un pretexto, una carcasa que tunear hasta convertir en mito de proporciones bíblicas a través de panorámicas de 360 grados, y miseria a punta de pala, y escenas oníricas tan torpes que sonrojarían a un estudiante de cine primerizo. Un mito, eso sí, carente de más significado que lo obvio, aunque para Iñárritu lo obvio no lo es tanto y de ahí que, en una escena de la película, incluya en primer plano un cartel en el que se lee: “Todos somos salvajes”.

METRAJE INERTE

Durante los últimos meses, historias sobre el durísimo rodaje de 'El renacido' han sido publicitadas y erigidas en elementos integrales de la película misma hasta el punto de convertirla en una suerte de alegoría de sí misma, y por tanto en algo muy importante. En ese sentido, se ha decidido que aparecer en pantalla comiendo hígado crudo de bisonte o durmiendo dentro del cuerpo de un caballo es mérito suficiente para que DiCaprio se lleve el Oscar, pese a que ni encarna un personaje complejo ni ofrece una interpretación particularmente especial –dicho esto, que le den el premio al muchacho ya, y pasemos página.

El problema es que vemos a DiCaprio sumergido en agua helada y pensamos en los medios que debieron derrochar para calentarlo al final de la escena. En otras palabras, todas las imágenes de 'El renacido' son tal alarde de precisión técnica que no sentimos ni el frío ni el dolor ni nada. Al final, son solo una colección de fotografías, visualmente imponentes, cada una de ellas rodeada de 156 minutos de metraje inerte.