Carmen Amaya en 49 imágenes

Colita y Julio Ubiña rememoran a la cantante y bailaora con una exposición fotográfica en la Virreina

Carmen Amaya, durante el rodaje de 'Los Tarantos'

Carmen Amaya, durante el rodaje de 'Los Tarantos' / periodico

EL PERIÓDICO / Barcelona

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El Centro de la Imagen del Palau de la Virreina de Barcelona exhibe hasta el 7 de julio una serie de 49 fotografías sobre los últimos meses de vida de la cantante y bailaora catalanaCarmen Amaya. Todas ellas recogen el último año de vida de la artista a través de retratos y otro tipo de imágenes realizadas hace 50 años por Isabel Steva Hernández 'Colita' yJulio Ubiña.

'Carmen Amaya 1963' ha sido comisariada por Fernando Peracho, quien también es el actual galerista de la fotógrafa barcelonesa, y se integra a la programación del 'Circuit 2013. Fotografía Documental de Barcelona'. En su opinión bastan tres palabras para definir a la mujer que revolucionó el baile flamernco: "raza, fuerza y bondad".

La muestra recoge cronológicamente su regreso a Barcelona, procedente de México, su visita al barrio de chabolas del Somorrostro donde nació, su participación en el rodaje de la película de Rovira Beleta 'Los Tarantos', su última actuación en el Palau de la Música, hasta llegar a las imágenes de su funeral el 19 de noviembre de 1963 en Begur (Girona), donde su vida se apagó.

Acudieron a velarla gitanos de toda España porque para ellos "Carmen era una diosa, una reina", destacó ayer Colita quien lamentó que en su tumba no haya ninguna placa que la recuerde por deseo de la familia de su marido. "Ella quería ser enterrada en Begur", relató Colita, sensiblemente enfadada al recordar que "el cuerpo de Carmen Amaya fue trasladado, con nocturnidad y sin aviso, al panteón de su marido, Juan Antonio Agüero, en Santander".

Deslumbramiento

"Queda poca gente que conoce a Carmen", destacó Colita ayer que seleccionado fotografías que dan una idea de la personalidad que tenía, el trabajo que realizaba y de su calidad humana. La fotógrafa, que entonces tenía 22 años, ha confesado que lloró al ver bailar a Amaya durante el rodaje de una de las escenas 'Los Tarantos' que representó a España en los Oscar. "Poder retratarla fue una experiencia de deslumbramiento", afirmó.

Más allá de su arte, como persona Colita era una mujer con un gran sentido del humor. "No era una Pantoja, sino una mujer seria que sonreía cuando estaba en familia o fuera del trabajo; era sencilla, no una vedette, ni una mujer escandalosa".