TRIBUTO A UNA FIGURA CLAVE DE LA DRAMATURGIA CATALANA

75 velas para Papitu

Josep Maria Benet i Jornet recibe el emotivo homenaje del mundo del teatro en el TNC

El dramaturgo y guionista Josep Maria Benet i Jornet, rodeado de los actores participantes en su homenaje, ayer en el TNC.

El dramaturgo y guionista Josep Maria Benet i Jornet, rodeado de los actores participantes en su homenaje, ayer en el TNC.

IMMA FERNÁNDEZ / BARCELONA

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Yal final «el verdadero Peter Pan», como le presentó el joven Pau Vinyals al inicio del homenaje, saltó sobre el escenario. Emocionado, alegre y juguetón, abrazando a los actores amigos y entonando con ellos el Moltes felicitats que le dedicaron. Josep Maria Benet i Jornet -Papitu es su cariñoso apelativo- sopló feliz las velas de su 75º aniversario (cumple años el sábado) con la platea del TNC de pie dedicándole un caluroso y sentido aplauso. Fue el emotivo tributo del mundo de la escena al padre y guía de la vigorosa dramaturgia catalana actual. Y fueron muchos los hijos suyos que quisieron acompañarle: Jordi Galceran, Pau Miró, Jordi Casanovas y Lluïsa Cunillé, entre otros.

El cruel alzhéimer está empezando a borrar la memoria de Papitu; el incansable imaginario que durante más de medio siglo nos ha regalado mil historias y personajes. Este martes una docena de actores y actrices de distintas generaciones rescataron algunos de ellos con la lectura dramatizada de pasajes de sus obras. Lourdes Barba, Sergi Belbel, Xavier Albertí y Toni Casares firmaron la dirección del espectáculo, que combinó las interpretaciones con vídeos de fragmentos de montajes (Revolta de bruixesDesig, Olors Dues dones que ballen) y de la película Actrius.

Vinyals abrió y cerró la selección con La desaparició de Wendy (1973), el precioso canto del autor a la imaginación y a su amado teatro. En el único discurso, el conseller de Cultura, Ferran Mascarell, glosó su figura, subrayando su «notabilísima» aportación a la escena y a la «normalización del catalán». «Hemos aprendido a querer el teatro gracias a tu trabajo», le agradeció sin olvidarse de su enorme contribución como guionista de las series de TV-3. «El noi de barri, como le gusta definirse, es un señor de barrio, Premi d'Honor de les Lletres Catalanes», sentenció tras evocar sus primeros contactos con el «maestro»: «Hablaba poco pero destacaba su socarronería».

El acto prosiguió con Mercè Aránega y Sara Espígul recitando Una vella coneguda olor (1963), el texto que, reconocido con el Premi Josep Maria de Sagarra, le dio a conocer, y Clàudia Benito recreó Berenàveu a les fosques, seguido de una lectura coral de Revolta de bruixes. Las brujas fueron Maife Gil, Anna Güell, Cesca Piñón, Mont Plans, Benito y Espígul.

Jordi Boixaderas defendió Ai, carai! y se sumó a David Selvas y Lluís Soler en Testament, obra que Ventura Pons, también presente, llevó al cine bajo el título Amic/Amat. Otras cuatro parejas de actores les sucedieron: Güell y Soler (L'habitació del nen); Pep Cruz y Selvas (Salamandra), Boixaderas y Cruz (Soterrani) y Benito y Boixaderas (Com dir-ho?), la última pieza del dramaturgo. Después Vinyals retomó La desaparició de Wendy dirigiéndole al autor sus propias palabras: «Cuando el telón cayó, como hace ahora, cayó detrás tuyo». Y Peter Pan salió feliz a soplar las velas.