EL DEBUT DRAMATÚRGICO DE LA ACTRIZ Y POETA ESTEL SOLÉ

Del comedor al teatro

'Animals de companyia' llega al Capitol tras triunfar en domicilios

Edu Buch y Martina Tresserra, en la comedia 'Animals de companyia'.

Edu Buch y Martina Tresserra, en la comedia 'Animals de companyia'.

IMMA FERNÁNDEZ / BARCELONA

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De casa en casa, con el público arremolinado en los comedores. Así empezó la aventura, muy al estilo argentino, de la comedia Animals de companyia, el debut en la dramaturgia de la actriz y poeta Estel Solé, que llega este miércoles al Club Capitol. Culminado el proceso creativo junto al elenco, en el 2013 Solé llamó a las puertas de las salas alternativas. Pero la obra, «un juego de mentiras y verdades entre un grupo de amigos», no encontró valedor. «Recibí tres noes y meses después, ante la ausencia de teatro, pudimos estrenarla en el domicilio de la diseñadora Bárbara Aurell, que organizaba citas culturales», explica la autora. En una de aquellas cuatro funciones, un espectador les pidió representarla en su casa. El boca-oreja hizo el resto.

Elisenda Roca, Nausicaa Bonnin, Joaquim Oristrell, Lluís Gavaldà... y anónimos anfitriones de toda Catalunya la han acogido en sus domicilios particulares y otros espacios (desde un castillo hasta restaurantes y jardines) hasta sumar 70 funciones (también pasó por la Nau Ivanow). Por unos mil euros, las mascotas de Solé fueron seduciendo al público. El productor Carles Roca vio que aquella comedia «collonuda» merecía llegar a las salas y auspició una minigira por Centroamérica. Josep Domènech, de Bitó, se sumó al carro y el Grup Balañá finalmente les ha abierto el Club Capitol.

Jacob Torres y Mercè Martínez (en sustitución de la propia Solé) se han sumado al reparto inicial, con Eduard Buch, Míriam Tortosa y Martina Tressera. La acción empieza con cuatro amigos que le organizan una cena sorpresa a una joven que vuelve a casa tras dos meses ingresada en un psiquiátrico. Uno de ellos pretende ocultarle que su novio se largó a vivir a las Antípodas y pide al resto que compartan la mentira piadosa. «Es una comedia amarga que explora los yoes sociales, los roles grupales, los límites de la sinceridad y la hipocresía. ¿Qué es mejor vivir engañado o asumir la realidad?», plantea Solé, que optó por emborrachar a sus personajes para que fueran vomitando bilis y verdades. «La soledad y la necesidad de afecto nos lleva a todos a convertirnos en animales de compañía», apostilla.