tú y yo somos tres

El adiós de don Ernesto

FERRAN MONEGAL

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Han resuelto el trance de forma delicada y admirable. Con unafinezzaextraordinaria. Me refiero aGran Hotel(A-3), teleserie en la que antes de las vacaciones navideñas el actorJuan Luis Galiardo desempeñaba el rol de don Ernesto. ¡Ah! Aquella fue su última interpretación. Y ahora que la serie ha regresado hemos advertido la ejecución de un trabajo impecable, lleno de armonía y sabiduría escénica. Doña Ángela se levanta una mañana y advierte que don Ernesto no aparece por ninguna parte. Sube a su habitación a buscarlo. Y allí encuentra una carta, dirigida a ella. La lee con devoción y sentimiento. Dice la carta:«Mi querida Ángela, es usted una mujer maravillosa. No se enfade conmigo por no despedirme de usted cara a cara. Me voy como llegué, y quisiera que me recordase, simplemente, como alguien que pasaba (...) En algún momento mi corazón de viejo quiso creer que el suyo le correspondía. Adiós, Ángela. Sepa usted que yo la llevaré siempre conmigo»,y doña Ángela, absolutamente emocionada, llora sacudida por un dolor intenso y grande. Y es en ese instante cuando el programa nos incrusta unas imágenes, tomadas fuera, en el exterior del hotel, de un motorista que se marcha con su chaqueta de cuero, y su moto Harley Davidson matrícula O-14. O sea, es don Ernesto. O sea,Juan Luis Galiardo.

¡Ah! No es él, naturalmente. Solo lo enseñan de espaldas. Pero la intención es de una meridiana claridad. Redondo trabajo. En las teleseries muchas veces la desaparición de un actor, o su sustitución, se suele solucionar de manera chapucera, tosca, con escaso respeto y sensibilidad. Aquí han demostrado una maestría escénica notable. Y al mismo tiempo les ha salido un homenaje tierno, emotivo, sentimental, y merecido, a este colosal intérprete que fueJuan Luis Galiardo. Bravo.

ORIOL PUJOL.-Ayer, entrevista aOriol PujolenEls matinsde TV-3. Se esforzó en transmitir optimismo acerca de la coalición CiU.«Es una piña»,aseguró, intentando disipar dudas acerca de su estabilidad. Luego se refirió a sí mismo, a su implicación en elcaso de las ITV,y afirmó:«No tiene ningún fundamento». Y en el último minuto,Ariadna Oltra le preguntó:«¿Pondría la mano en el fuego por sus hermanos?». Respuesta:«Por mis hermanos yo pongo la mano en el fuego, aunque me queme». ¡Ah! No sé si como políticoOriol Pujol ha convencido, pero hay algo indiscutible: es un buen hermano.