Sandor Martín, boxeador: «A Nou Barris le faltan ambición y ganas de superarse»

<b>Es el 'Rocky' de Nou Barris. Fue campeón de España </b>y mundial júnior de boxeo de peso superligero y este año se ha proclamado el mejor de la Unión Europea. Su cuadrilátero , su casa y sus amigos están, de momento, en el barrio de Verdum.

Paparazzi Amigos y patrocinadores del campeón«ESTO ES UN GRAN CENTRO SOCIAL. ADEMÁS DE UNA EXCELENTE COCINA, AQUÍ (VIA JÚLIA, 201) GENTE DE TODO NOU BARRIS VIENE A VER MIS PELEAS»

Paparazzi Amigos y patrocinadores del campeón«ESTO ES UN GRAN CENTRO SOCIAL. ADEMÁS DE UNA EXCELENTE COCINA, AQUÍ (VIA JÚLIA, 201) GENTE DE TODO NOU BARRIS VIENE A VER MIS PELEAS»

CARME ESCALES / BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Dice Sandor Martín (Barcelona, 1993) que "en esta vida hay que luchar por los sueños y soñar en grande".El boxeador de Nou Barris resume así en su perfil de Facebook su conciencia sobre la necesidad de batallar y arremeter en los grandes y pequeños desafíos, reveses y adversidades que se despliegan en el cuadrilátero de la vida de cada persona, obstáculos que vencer para lograr objetivos. Los suyos empezaron a crecer entre las cuerdas de un ring, en el barrio de Verdun.

Con apenas cuatro años, Sandor Martín ya practicaba el deporte que lleva -dice- "inyectado en las venas". El boxeo también fue el sueño y realidad profesional de su padre, Rafa Martín, un parisino hijo de vasco. "Mi abuelo, de San Sebastián, también fue boxeador. Se había llegado a clasificar para las Olimpiadas populares del 36 que, por la guerra, no se celebraron",  comenta el nieto. En los años 80, el padre de Sandor Martín se plantó ante una bifurcación de caminos: o continuaba luchando de ring en ring, cuando ya se intuía que el boxeo entraba en su época negra, o montaba un gimnasio y se hacía entrenador.

Con esta segunda opción, Rafa Martín levantó la persiana del KO Verdun, un gimnasio especializado en deportes de contacto. Full-contact; kick-boxing; boxeo; savate (conocido también como boxeo francés) son las disciplinas que niños y adultos aprenden en el 27 de la calle de Jaume Martí de Nou Barris.

Un bebé en el vestuario

Sandor Martín creció entre guantes de boxeo, sacos de entreno y sudaderas, en el vestuario o junto al cuadrilátero del gimnasio de su padre, enmarcado en los valores que también el buen boxeo, como deporte, conlleva: esfuerzo, sacrificio... "Claro que me influyó crecer viendo a mi padre practicando y amando el boxeo, pero a mí me enganchó enseguida", recuerda el campeón que, con 21 años, es el más joven mejor boxeador de la Unión Europea. Así lo demostró el pasado 19 de abril. "De pequeño, en la escuela, también practiqué otros deportes, en equipo, como el fútbol. Pero en los deportes en equipo siempre hay quien tira más del carro y quién no. Yo prefería un deporte en el que dependes de ti mismo, un deporte individual", explica. "En atletismo o ciclismo luchas contra tu propio cansancio. En el boxeo te pegan, no puedes bajar la guardia", compara el que fue campeón de España en el 2010, como aficionado todavía.

"El boxeo no perdona. Lo que le das, te lo devuelve. Lo pudimos ver con Mike Tyson o Poli Díaz. Salieron de la miseria gracias al boxeo, pero acabaron mal, cayendo en la droga", recuerda Sandor Martín, desde el cuadrilátero en el que entrena dos horas al día."Cuando hay combate a la vista, entreno alguna más", precisa. En el gimnasio familiar, Martín también imparte clases a una quincena de niños. "No hay demasiados alumnos que sean del barrio. Es una lástima. Verdum es el barrio de Barcelona donde se practica menos deporte y donde hay más abandono escolar antes de los 16 años", indica el vecino. Sandor lamenta que sea así porque sabe cómo el deporte puede contribuir a triunfar también en los estudios. "Nosotros hacemos seguimiento de las notas de colegio denuestros alumnos del gimnasio".

 

Cambio generacional

Sandor Martín fue alumno de la Acadèmia 23 d'abril, en la Via Júlia, de párvulos a tercero de Primaria. Estudió la ESO en la Escola Pia Luz Casanova de la calle de Almansa; el bachillerato, en el Centre Escolar Valldaura, de la calle de Santa Engràcia de la Prosperitat. Solo al iniciar su formación superior de INEF dejaba atrás cada mañana el distrito de Nou Barris para desplazarse hasta la Escola Pia de Sarrià donde lo hizo.

Entre combate y combate -cuatro campeonatos del mundo; ocho europeos y dos veces campeón de España de peso superligero- libros, apuntes y clases. Es el ejemplo del boxeador de hoy. "Tanto a nivel deportivo, como social, se está dando un cambio generacional en aficionados y profesionales del boxeo", dice. "El perfil de hoy es universitario y deportista, personas normales, no salidas de la miseria", aclara el boxeador que considera que "el nivel de su deporte en España es altísimo». «Creo que estamos entrando en la segunda época dorada del boxeo".

 

El pasado 17 de julio, este vecino de Nou Barris cerró temporada con un KO en el primer asalto en Ordizia (San Sebastián). Otra victoria para Martín, y justo allí, en la tierra de su abuelo, donde arraiga el empeño de este luchador nato, y su espíritu de superación. Eso es algo que a él le duele que no fructifique más en Nou Barris. "Tanto que luchó por todo lo que es hoy. Este distrito tiene mil cosas buenas, pero le falta ambición, ganas de crecer y superarse. Es mi impresión", concluye.