Un águila perdicera protegida muere electrocutada en el Montsant

Un águila perdicera protegida ha muerto electrocutada en los alrededores del Parque Natural del Montsant, en la localidad de la Vilella Baixa, informa la delegación del gobierno de la Generalitat.

Se trata de un macho que formaba parte de las únicas tres parejas de águila perdicera (Aquila fasciata) que nidifican en las proximidades del Parque Natural del Montsant.

El ejemplar formaba parte de un programa de conservación desde el año 2008, portaba un GPS y un transmisor de datos vía satélite y fue hallado muerto al pie de una torre eléctrica de media tensión, con signos evidentes de haberse electrocutado. Los gestores del parque estudiarán medidas preventivas con las empresas eléctricas para evitar episodios semejantes.

En el año 2010, se consiguió fijar la pareja de águilas en la zona, el retorno del sector de nidificación en el Parque Natural y su reproducción exitosa y prolífica.

SEGUIDA CON MÉTODOS INNOVADORES

Los gestores del parque natural ya hacía ocho años que seguían a la pareja con métodos innovadores.

El seguimiento se llevaba a cabo por parte del Institut Català d'Investigació de l'Aigua (ICRA) con anterioridad a la creación del parque.

Entre los años 2005 y 2009, la pareja no se reprodujo, sino que desaparecía y se sustituía un ejemplar cada año. Por este motivo, el parque natural inició un trabajo de seguimiento con el marcado del macho con un transmisor satélite.

 Estos últimos días, los técnicos del parque natural han podido confirmar la presencia de un nuevo macho cerca de la hembra que había perdido la pareja.

Se trata de un ejemplar joven anillado, nacido en 2014, y procedente de la comarca del Alt Camp (Tarragona), aunque es improbable que este año se reproduzcan.

PROGRAMA DE REINTRODUCIÓN

El programa de reintroducción del águila perdicera ha ido solucionando problemas para recuperar esta especie protegida.

Así, en el 2006 una pareja de águilas doradas, consideradas un competidor más potente, expulsó a las perdiceras de su sector de cría y de parte de su espacio vital. Gracias al seguimiento, se detectó el abandono del territorio en varias ocasiones y, para remediarlo, se impulsó un programa de medidas que involucró a científicos, cazadores, grupos ecologistas, y a los Agentes Rurales, se han ejecutado varias medidas.

Las acciones mejoraron la calidad del territorio, para aumentar las especies presa (como palomas salvajes, conejos y perdices) y también la apertura de espacios forestales y siembras hasta, que, finalmente, la pareja se reprodujo en el 2010.

El águila perdicera está muy vinculada a los bosques mediterráneos, está amenazada y protegida y las electrocuciones provocan que se halle en una situación crítica.