Nueva era, nueva forma de invertir

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El inversor experimentado seguro que entiende la diferencia entre invertir en un activo de forma individual y construir una cartera de activos diversificados. Pero el inversor novel puede que no lo tenga tan claro. Intentaré explicarlo usando una analogía con el fútbol: es muy diferente comprar una estrella del fútbol e intentar hacer de eso un equipo a formar un equipo sólido que sea la suma de las virtudes personales de cada uno de sus jugadores. En el fútbol es mucho más importante construir un equipo que funcione como un bloque; si un entrenador consigue eso, su equipo se moverá en una única dirección y tendrá más oportunidades de alcanzar una meta común.

Podemos asociar el concepto de cartera de inversión a la de un conjunto de activos que funciona como un bloque para alcanzar un objetivo financiero mediante la combinación del rendimiento y la volatilidad esperada. Cuando un club decide su estrategia para ganar un título o mantenerse en una categoría, su entrenador tiene la opción de construir un equipo pensado para marcar muchos goles y ganar, aunque le marquen también alguno. Es decir, tomar riesgos sabiendo que puede perder un partido, pero al final ganará la liga. Siguiendo con la analogía, el equivalente en finanzas sería una cartera para un inversor que no tiene miedo a las correcciones y la volatilidad porqué sabe que invirtiendo una buena parte de su cartera en renta variable, a largo plazo tiene las de ganar.

En cambio, otro entrenador puede decidir todo lo contrario, crear un equipo más bien defensivo pensado para no perder. Esta sería una cartera con poco peso en renta variable, es decir poca volatilidad. El equipo marcará de media menos goles, pero también tendrá menos riesgos de que le marquen.

Según sea el objetivo

Los dos enfoques son correctos tanto en el terreno deportivo como en la inversión, depende del objetivo del inversor o del club. Lo importante es que el conjunto funcione y se tenga claro el objetivo y sus riesgos asociados. Si hablamos de fútbol, se trata de que funcione bien como un bloque a través de la conjunción de sus diferentes líneas. Si hablamos de finanzas, que la inversión esté optimizada por medio de la diversificación de activos dando un peso diferente a cada uno de ellos. Estos activos deben estar preferiblemente poco correlacionados y, por tanto, se mueven en diferentes direcciones, igual que los jugadores tienen diferentes aptitudes que se complementan.

Con la misma facilidad con la que los 'millennials' (y los no tan jóvenes) construyen sus equipos de fútbol virtuales con sus consolas, hoy en día el ahorrador o inversor tiene a su alcance construir en pocos minutos su cartera de inversión personalizada. Para ello se han incorporado al mapa 'fintech' los 'robo-advisors', término anglosajón que no viene de robar, sino de automatizar procesos, y que tampoco son advisors, pues no recomiendan, sino que crean y gestionan carteras con la ayuda de la tecnología.

Los 'robo-advisors' aparecieron en EEUU hace unos cinco años y están teniendo un gran éxito en captar miles de millones de dólares de inversores en busca de sistemas más transparentes, independientes y accesibles. Basan su eficiencia en construir carteras con bajos costes, como un club intenta formar un buen conjunto para ganar competiciones. La consultora A. T. Kearney prevé que en el año 2020 estos nuevos gestores automatizados de carteras podrían gestionar en Estados Unidos hasta dos millones de millones de dólares.

Hay varias generaciones de usuarios que ya ven como un gesto normal alquilar su casa o reservar sus vacaciones por internet, pedir un taxi con su móvil o hacer sus compras 'on line'. En el terreno de juego financiero, muchos de ellos también están desencantados con los servicios y productos tradicionales y las bajas rentabilidades que ofrecen. Otros no tienen la posibilidad de acceder a un servicio de valor añadido (para tener un gestor personalizado de carteras en la banca tradicional hay que tener 500.000 euros). Y ya son muchos los que ven los mostradores de los bancos más como una barrera a sus necesidades que como un punto de atención. En Europa y, ahora también en España, han surgido diferentes servicios y plataformas 'fintech' que ofrecen nuevas alternativas.

En conclusión, te guste el fútbol o no, tanto si eres un inversor que persigue mayores rentabilidades como un ahorrador que busca la tranquilidad de su jubilación, ahora puedes tener una recomendación eficiente para tu cartera de inversión que cumpla tus objetivos financieros, digitalmente y de forma fácil y segura.

Las finanzas personales no son un juego, sino mucho más que eso, y acceder a la libertad financiera en pocos minutos es, sin duda, el último gran avance del sector 'fintech' en España. Y lo mejor de todo, en este caso, no es necesario tener un alto presupuesto como en el fútbol, ya que se puede hacer hoy, a partir de 5.000 euros, y desde cualquier dispositivo móvil.

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