La ONU ve "insuficientes" las medidas adoptadas por Brasil contra vertido

La ONU ve "insuficientes" las medidas adoptadas por Brasil contra vertido

"No es aceptable que hayan tenido que pasar tres semanas para que hayan salido a la luz informaciones sobre los riesgos tóxicos de la catástrofe"

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La ONU ha calificado este miércoles de "claramente insuficientes" las medidas adoptadas por el Gobierno y por la compañía minera Samarco para paliar los daños causados por el vertido de lodo y residuos minerales que el 5 de noviembre dejó al menos doce muertos y una decena de desaparecidos en Brasil

"No es aceptable que hayan tenido que pasar tres semanas para que hayan salido a la luz informaciones sobre los riesgos tóxicos de la catástrofe", ha destacado la oficina de la ONU en Brasil en un comunicado. Por eso, insta al Gobierno brasileño y a las empresas responsables a "hacer todo lo que esté a su alcance para evitar más daños, incluida la exposición (de la población) a metales pesados y otras sustancias tóxicas".

La considerada tragedia ambiental mas grave de Brasil fue causada por la ruptura de los diques de contención de sendos depósitos de agua y residuos minerales de una mina de Samarco, empresa controlada por la brasileña Vale y la anglo-australiana BHP, dos de las tres mayores compañías mineras del mundo. 

Tras anegar siete poblados y contaminar por completo el río Doce, uno de los más importantes del sudeste de Brasil, los cerca de 62 millones de metros cúbicos de vertido llegaron el domingo al océano Atlántico. "La escala del daño ambiental es equivalente a 20.000 piscinas olímpicas de residuos de lodo tóxico contaminando el suelo, ríos y el sistema de agua en un área de más e 850 kilómetros", ha alertado Naciones Unidas. 

La ONU también considera que "las autoridades deben valorar si las leyes de Brasil para la explotación minera cumplen los patrones internacionales de Derechos Humanos, incluyendo el derecho a la información".

Tras el desastre, los técnicos de Samarco abrieron un canal en la desembocadura del río Doce e instalaron barreras de contención para intentar que el vertido se dirigiera directamente a mar abierto en el océano Atlántico, pero las medidas no funcionaron y el material tóxico alcanzó las playas a los dos lados del estuario.