ESCÁNDALO EN PERIODO PREELECTORAL

El interventor de Israel acusa a Netanyahu y a su esposa por mal uso de fondos públicos

Un informe, remitido a la Fiscalía, denuncia excesos en comida, mobiliario y la apropiación de las devoluciones de las botellas de vidrio

Benjamin Netanyahu Sara Ben-Artzi

Benjamin Netanyahu Sara Ben-Artzi / Riccardo De Luca

ANA ALBA / JERUSALÉN

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El interventor del Estado israelí, Yosef Shapira, ha hecho público este martes un informe muy esperado en las últimas semanas y que está causando una tormenta política en plena campaña electoral de las legislativas del 17 de marzo. Según el documento, el primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, pudo haber incurrido en delito en la administración de su residencia oficial, donde los gastos se han disparado de manera desorbitada desde que empezó su primer mandato en marzo del 2009.
El informe de Shapira indica que Netanyahu y su esposa, Sara, podrían haber cometido un delito de apropiación indebida en dos casos recientemente denunciados por medios de comunicación israelís como el diario de izquierdas 'Haaretz'.

Los asuntos son el llamado 'Bottle affaire' ('asunto de las botellas') y el intercambio de muebles entre la residencia oficial y la privada de los Netanyahu. El primer caso se refiere a la posibilidad de que Sara Netanyahu se haya quedado con miles de shekels públicos que recuperó al devolver botellas de cristal vacías que había comprado con fondos públicos, dentro del presupuesto de la residencia oficial. Según Shapira, Sara devolvió unos 4.000 shekels (unos 908 euros). Pero el dinero que se calcula que tendría que haber devuelto son unos 24.000 shekels (5.450 euros).

Respecto al asunto de los muebles de jardín que los Netanyahu compraron para su residencia oficial en Jerusalén y luego trasladaron a la privada de Cesárea, Shapira ha indicado que “después de que el asunto se hiciera público, el mobiliario fue devuelto a la residencia oficial del primer ministro”.

ELECTRICISTA DEL LIKUD

Los escándalos podrían acabar en los tribunales, pero dependerá de la decisión del Fiscal General de Israel, Yehuda Weinstein, a quien Shapira remitió las pruebas utilizadas para elaborar su informe el pasado 2 de febrero. El informe de Shapira expone que los gastos de la familia Netanyahu en sus dos residencias, la de Jerusalén y la de la zona costera de Cesárea, han sido “excesivos” e “incorrectos”, especialmente en alimentación, limpieza, ropa y maquillaje.

Shapira considera que las prácticas presupuestarias no se han llevado a cabo con integridad y transparencia y cita ejemplos como gastos de cientos de miles de shekels anuales en comida para llevar, gastos injustificados en la casa de veraneo, y el uso de un miembro del Comité Central del Likud como electricista privado los fines de semana a costa del erario público. “Los costes (de los productos y servicios) no han sido acordes con los principios fundamentales de proporcionalidad, razonabilidad, ahorro y eficiencia” que ha de tener el primer ministro, según ha afirmado Shapira. 

El documento apunta que los gastos totales de la residencia del primer ministro fueron de 1.860.000 shekels (unos 422.388 euros) en 2009 y fueron subiendo hasta alcanzar la cifra de 3.114.000 shekels (707.000 euros) en 2011. En 2013 bajaron a 2.410.000 millones de shekels (547.000 euros).

El gasto de la residencia oficial en comidas también fue totalmente desorbitado, según Shapira. El coste de los alimentos destinados a los invitados subió a más del doble en 2010 y 2011 respecto a 2009.  "La opción de pedir comidas privadas y preparadas para el primer ministro, su familia y sus invitados se utilizó de forma regular, incluso cuando había una mujer que trabaja como cocinera en la residencia”, alega el informe.

El documento expone que los gastos de limpieza en las residencias de Netanyahu pasaron de 532.000 shekels (120.805 euros) en 2009 a 1.100.000 shekels (250.000 euros) en 2011 solo en su residencia oficial de Jerusalén. Los gastos de limpieza de la residencia privada de Netanyahu en Cesárea fueron de 8.166 shekels (1.854 euros) al mes, una suma también sufragada por los contribuyentes, "a pesar de que el Sr. Netanyahu y su familia pasaron la mayor parte del año en la residencia oficial", ha aseverado Shapira.

TRABAJADORES QUE PAGABAN GASTOS DE SU BOLSILLO

"La forma en que se manejó el presupuesto de la residencia del primer ministro durante los años 2009-2012 no se ajusta a los principios básicos de la administración del dinero, el ahorro y la eficiencia, y es probable que haya resultado en una pérdida de fondos públicos", subraya el informe. El documento también señala que los empleados de la Oficina del Primer Ministro a veces se han visto obligados a pagar de su propio bolsillo gastos personales de Netanyahu y luego no se los han reembolsado.

"La falta de pago de estas facturas de poca suma es que los empleados han tenido que asumir el coste de los gastos privados del primer ministro o su familia", ha lamentado Shapira. "Que un empleado se vea obligado a pagar de su propio bolsillo un gasto del primer ministro indica que tenemos una administración inadecuada y no hace ninguna diferencia si la suma es grande o pequeña", ha sentenciado el supervisor del estado.