España desvela el plan de Irán de construir una refinería en Algeciras

El acuerdo nuclear cerrado este fin de semana con Irán podría ser un catalizador de inversiones estratégicas de este país a España. Irán pasaría así de ser la bestia negra de Occidente a convertirse en un aliado comercial en un sector tan importante como el energético. Así, el ministro de exteriores español, José Manuel García Margallo, ha desvelado en Bruselas que "se está contemplando la posibilidad de que Irán establezca una refinería en España". Más concretamente, en Algeciras, lo cual podría llegar a suplir "el vacío" creado tras el fiasco de las negociaciones con la compañía petrolera rusa Rosneft, a raíz de la imposición de sanciones de la UE a Rusia. 

García Margallo visitó Irán en marzo del 2014 y regresó en septiembre acompañado de una nutrida representación de empresarios para estudiar sobre el terreno las posibilidades de negocio presentes en el país. "Oportunidades muy importantes", asegura ahora porque "hay que reconstruir todo el aparato energético de Irán" y España está muy bien posicionado para ello. "Nos anticipamos a otros países y estamos bien situados", ha afirmado.

EN PREPARACIÓN

El proyecto no está cerrado, según ha querido remarcar Margallo. "La preocupación de este gobierno desde primer momento fue crear puestos de trabajo en el campo de Gibraltar". Según fuentes del sector, una instalación de estas características no estaría destinada a suplir la demanda de gasolina o gasóleo en España donde hay importantes refinerías de empresas controladas por Repsol, Cepsa y BP que se reparten el mercado, sino que estaría orientada al mercado de la exportación a través del puerto de Algeciras y requeriría de importantes inversiones y de apoyo público del Gobierno español. El departamento de Margallo, sin embargo, no ha desvelado detalles de las conversaciones con Irán. 

El anuncio de una posible refinería iraní en España se produce justo en el momento en el que se han levantado las sanciones económicas al país persa y éste planea recuperar su cuota de mercado petrolera en un claro enfrentamiento con Arabia Saudí y con el cartel de la OPEP. Los mensajes que está lanzando el país apuntan a que piensa exportar todo el crudo posible aun a costa de hundir más el precio del petróleo que ha vuelto a marcar mínimos al caer por debajo de los 28 dólares el barril de Brent en la sesión del lunes, concretamente en 27,6 dólares, el mínimo desde el 2003.

El viceministro iraní de Petróleo, Amir Hossein Zamaninia, ha reiterado que elevarán sus exportaciones de crudo en unos 500.000 barriles al día a corto plazo y los analistas insisten en que Irán estaría en disposición de aumentar sus ventas al exterior en cerca de un millón de barriles diarios en el plazo de 12 meses.

Según Mariano Marzo, catedrático de Recursos Energéticos de Facultad de Geología (UB), la entrada de Irán como jugador ambicioso en el tablero de la industria del petróleo mundial ha presionado a la baja los precios desde el viernes, pero el impacto está prácticamente descontado en el mercado porque el país había hecho públicas sus intenciones en los últimos meses. "El problema más grave que hay sobre la mesa es la falta de encaje entre la oferta y la demanda", según Marzo.

FRENO AL CRECIMIENTO

"Lo que está afectando más a los precios del crudo es el hecho de que el mundo va a crecer menos, va haber menos consumo de petróleo y paralelamente los productores no quieren parar de producir por sus intereses geoestratégicos", explica el experto de la UB. La ralentización del crecimiento de China, gran consumidor de petróleo, es uno de los factores que más preocupan al mercado, junto con el estancamiento de América Latina, que este año no crecerá nada.

Los bajos precios del petróleo benefician algunas economías muy dependientes, como la española, que este año  crecerá medio punto adicional, es decir, un 3,5%, gracias a este efecto, según avanzó ayer el ministro de economía Luis de Guindos. En cambio, otros países están al borde del colapso como es el caso de Rusia, Venezuela o Nigeria.