CRISPACIÓN SOCIAL EN LATINOAMÉRICA

Fútbol sobre un polvorín

Brasil estalla a 27 días del inicio de la Copa del Mundo con manifestaciones en las principales ciudades del país La Fuerza Nacional interviene en Recife para controlar los saqueos

EDU SOTOS / Río de Janeiro

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La olla a presión en la que se ha había convertido Brasil en los últimos meses ha explotado. El olor a rueda quemada y las explosiones de las bombas aturdidoras ya pueden sentirse en las calles de las principales ciudades del país. A exactamente 27 días del inicio del Mundial de fútbol, la Copa de las Copas, título rimbombante utilizado por la presidenta Dilma Rousseff, ya se ha hecho necesario recurrir a la Fuerza Nacional que, en teoría, solo debería haber actuado durante la Copa y en caso de «altercados de gravedad».

Durante la mañana de ayer, el gobernador del estado de Pernambuco, Joao Lyra Neto, solicitaba de urgencia el envío de los militares para contener los saqueos en la ciudad de Recife. La ciudad, una de las 12 ciudades sede del Mundial y que ya albergó a la selección española durante la Copa Confederaciones el año pasado, vive inmersa en el caos tras la huelga declarada por los sindicatos de la policía militar y los bomberos.

Pero si Recife ha prendido la mecha, donde realmente se espera que se produzca el estallido es en Sao Paulo y Río de Janeiro. Ayer una decena de colectivos, entre ellos el Comité Popular de la Copa, Anonymous y Movimiento Pase Libre (inspirador de las protestas de 2013), declararon el 15 de mayo Día internacional de la lucha contra la Copa». Claramente inspirados en la experiencia del movimiento 15-M español, de ahí la coincidencia en las fechas, usando el hastag #15M lograron convocar protestas en 10 de las 12 ciudades sede del Mundial.

Para Thiago Ávila miembro del Comité Popular de la Copa, grupo que desde 2011 combate los abusos cometidos en nombre de la organización del evento de la FIFA, esta convocatoria pretende «abrir boca» para preparar a los brasileños de lo que está al caer. «La idea es hacer el mayor acto unificado nacional en las narices de centenas de millares de personas », declaró el activista en el diario O Globo.

Reivindicaciones sólidas

Toda una declaración de intenciones. No solamente ha aumentado la coordinación entre estos movimientos, sino que además las reivindicaciones de los mismos son cada vez más concretas.

Piden viviendas dignas para las familias que han sido expulsadas de sus hogares durante las obras de la Copa, la realización de programas de movilidad urbana que no estén solamente orientados al turismo y la implementación del pase libre: reducción de precios e incluso la gratuidad del transporte público. Fruto de esa colaboración entre grupos, el caos se instaló ayer en Sao Paulo. Mientras un sindicato cortaba la principal avenida de la ciudad y los estudiantes y los profesores en huelga se dirigían al ayuntamiento, unos 2.000 manifestantes del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) se enfrentaban a la policía paulista en el estadio Arena Conrinthians.

Es la imagen del caos a menos de un mes del inicio del torneo. Miles de obreros intentando invadir el estadio inacabado que servirá como escenario para la inauguración del Mundial el próximo 12 julio. Brasil llega tarde y mal a su cita. Las manifestaciones de ayer son el anticipo de lo que está por venir.