Dos senadores republicanos arremeten con dureza contra Trump

No es el primer senador republicano que se ha pronunciado con extraordinaria dureza contra Donald Trump, pero sí es sintomático de cómo a los sectores ajenos a la corriente más populista del partido se les está agotando la tolerancia hacia su presidente. El senador por Arizona, Jeff Flake, ha anunciado este martes que no se presentará a la reelección por desavenencias con el rumbo que ha adquirido la formación conservadora que gobierna en Estados Unidos. Y lo ha hecho tras denunciar desde el púlpito de la cámara alta el comportamiento “temerario, intolerable y falto de dignidad” de Trump. “Cuando ese comportamiento emana de lo más alto de nuestro Gobierno es algo más. Es una amenaza para la democracia”, ha dicho Flake.

Flake era desde hace algún tiempo uno de los críticos más feroces del presidente, al que le llegó a dedicar algunos de los pasajes más ácidos de su libro ‘Conscience of a Conservative’ (La conciencia de un conservador). No era descartable que hubiera perdido la reelección en 2018, a tenor de su pobre desempeño en las encuestas ante un rival cercano a la extrema derecha. Y él mismo le dijo recientemente al diario ‘Arizona Republic’ que “es posible que no haya sitio para un republicano como yo en un clima como el actual y en un Partido Republicano como este”. Pero, en cualquier caso, es poco habitual que los legisladores en ejercicio fustiguen a su presidente como lo están haciendo Flake, Bob Corker, John McCain o Lyndsey Graham.

Decoro del partido

La unidad hace mucho que se agrietó, pero también el decoro del partido hacía su líder en la Casa Blanca. “Sin miedo a las consecuencias y sin consideración hacia las reglas de lo que es políticamente seguro, tenemos que dejar de pretender que la conducta de algunos en el Ejecutivo es normal. Porque no es normal”, ha dicho Flake antes de que McCain le diera un abrazo y elogiara su valentía, definiéndolo como un jugador de equipo.

Sus palabras han coincidido con el último capítulo de la pelea a corazón abierto que libra el también republicano Corker, presidente del Comité de Asuntos Exteriores del Senado, con Trump. Mientras el resto de senadores esperaban para discutir en persona con el presidente sus planes para reformar el sistema fiscal, Corker le ha puesto de vuelta y media en los pasillos, acusando a Trump de “envilecer” al país con sus “falsedades”, sus “insultos” y sus “maniobras de acoso”. Todo ello cuando se sigue hablando de la insensibilidad con la que el comandante en jefe dio el pésame a un soldado negro caído durante una misión de reconocimiento en Níger.