ANÁLISIS: "Hay que desactivar las causas"

<span style="color: #ff0000"><strong>ESPECIAL: La muerte de Bin Laden</strong></span>

Anwar Zibaoui. Experto en asuntos árabes

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Al final Osama Bin Laden murió en una casa construida hace unos cinco años a unos 56 kilómetros de Islamabad, en Pakistán, y no en las lejanas cuevas de Bora Bora en Afganistán. Circulaban rumores en los últimos meses de que su muerte era una crónica anunciada y solo faltaba fijar el momento idóneo para ejecutarla.

Bin Laden nunca fue el representante del islam, ya que, además de matar a miles de estadounidenses y europeos, provocó el asesinato de innumerables musulmanes en todo el mundo y facilitó los pretextos para invadir Afganistán. Pero sobre todo fue la excusa perfecta que utilizaron los Mubarak, Ben Alí y otros que promovían la teoría de que es mejor un régimen represivo para los intereses occidentales ya que la alternativa sería el extremismo .Y así han utilizado su poder provocando pobreza, marginación, opresión e injusticias, es decir, proporcionaban precisamente más cartas a los grupos extremistas.

El anuncio de la desaparición de Bin Laden llega en un momento histórico para el mundo árabe, con revueltas y caídas de los dictadores, y puede constituir una esperanza y el principio del fin del terrorismo si se combaten las verdaderas causas que lo han alimentado. La clave del éxito está en un cambio que Occidente debe adoptar creando un nuevo marco de relación con los pueblos, participando activamente en una solución justa para la causa de Palestina, cerrando las heridas en Irak y Afganistán, y apostando por la democracia.

Hay que hacer frente a los problemas de terrorismo abordando las cuestiones que lo han alimentado. La solución militar se ha demostrado contraproducente. El panorama de marginaciones facilita los mensajes de los extremistas y la caída en sus redes como presa fácil de miles de jóvenes sin futuro. Hay un verdadero sentimiento de agravio que conduce a la radicalización de una parte de la población.

Es prematuro extraer una conclusión de la desaparición de Bin Laden, pero independientemente de las consecuencias Al Qaeda puede verse afectada pero no desmantelada. Los pasos siguientes serán determinantes.