Adiós sentido en el Giola

Los compañeros de intercambio de los 16 menores fallecidos los despiden con poemas

Dolor bajo la lluvia 3 Un padre abraza a su hija tras el homenaje en el IES Giola, ayer por la mañana.

Dolor bajo la lluvia 3 Un padre abraza a su hija tras el homenaje en el IES Giola, ayer por la mañana.

HELENA LÓPEZ / LLINARS DEL VALLÈS

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La lluvia fina pero constante no dio tregua en toda la mañana, que se antojó larga para la comunidad educativa del IES Giola de Llinars del Vallès (Vallès Oriental), todavía en estado de choque por la incomprensible tragedia, aún más inexplicable a ojos de un grupo de adolescentes ilusionados ante su primera experiencia europea. Homenajeaban a los 16 estudiantes de entre 15 y 16 años y a las dos profesoras del instituto alemán con el que el centro tiene desde hace 15 años un programa de intercambio, fallecidos cuando regresaban a casa en el 4U9525 de la compañía alemana de bajo coste Germanwings, tras pasar una semana en la población vallesana, durante la cual visitaron también Barcelona, Girona y Sitges.

El IES Giola, el instituto público de la pequeña localidad del Vallès, abrió ayer sus puertas con la normalidad que permitía la ocasión, es decir, ninguna. Decenas de periodistas, muchos de ellos extranjeros, aguardaban en la puerta del centro, donde a las diez y media de la mañana estaba previsto el homenaje, al que acudieron, además de alumnos, padres y maestros, docentes de otros centros de la zona que se acercaron hasta la escuela para mostrar su apoyo.

Así lo explicaba Josep Painous, director de la escuela L'Estelada, de la vecina localidad de Cànoves i Samalús, también en el Vallès Oriental. "Nosotros también estamos explicando lo sucedido a nuestros alumnos. Los niños tienen una manera diferente de entender estas cosas que los adultos y hay que trabajarlo", aseguró el docente antes de entrar al acto de homenaje. Un caso similar era el de una pareja de padres del instituto de Cardedeu, también en la zona: "Nosotros empezamos un intercambio por el Giola".

Ester Pinel, una de las madres de acogida que esta misma semana había tenido en su casa a uno de los menores fallecidos, acudió también al acto. "Estamos en estado de choque. Es inevitable pensar que podía haber sido el tuyo. Los padres es algo que nunca podremos olvidar", explicó la madre en la puerta del instituto. Cecilia Morales, otra de las madres del centro, aunque en su caso no acogió a ninguno de los fallecidos, se mostró también muy impactada: "Los niños no lo entienden, y para nosotros tampoco es fácil explicarlo".

Los alumnos de cuarto de ESO

-los que acababan de compartir una semana con las víctimas- y los de primero de bachillerato leyeron durante el acto poemas, encendieron velas y pudieron expresar y compartir "lo que para ellos era necesario", explicó a la salida Sílvia Genís, directora del instituto, quien leyó un comunicado firmado por todo el centro ante el enjambre de periodistas, a quienes pidió "respeto a la comunidad educativa". "Agradezco vuestro interés, pero pedimos que respetéis la privacidad del alumnado, las familias y los profesores. Lo importante para nosotros es el acompañamiento de los alumnos en su pesar e ir recuperando la normalidad", expresó Genís, quien añadió que habían contactado con el Ayuntamiento de Haltern am See -localidad de Renania del Norte-Westfalia en la que vivían los menores- y con el director del instituto Joseph-König para trasladar su apoyo y pésame, así como el del consistorio vallesano.

Pocos minutos después del homenaje en el centro, a las 12 del mediodía, el Ayuntamiento de Llinars, como tantos otros, celebró un minuto de silencio en la plaza de la Vila. Tras él, el alcalde, Martí Pujol, atendió a los medios y expresó la solidaridad del municipio para con la localidad de Haltern am See. Fue entonces cuando el regidor confirmó que otro grupo de menores alemanes que también se hallaba en el pueblo de intercambio regresaría ayer.

Viaje de vuelta en tren

Se trata de 43 adolescentes, en este caso de Hamburgo y de intercambio con estudiantes de la escuela Ginebró, que ya tenían previsto regresar ayer a sus casas y a los que la noticia impactó casi tanto como a los alumnos del Giola, pese a no tener nada que ver un intercambio con el otro. "Todos los alumnos han abandonado ya el municipio. Algunos han cogido el avión previsto y a otros, los que no han querido volar, se les está buscando tren", explicó el alcalde, quien también anunció que ayer mismo se celebraría un pleno extraordinario para mostrar de forma oficial el apoyo a las víctimas y que mañana viajará junto a la directora del Giola a Haltern am See para solidarizarse con el equipo de gobierno y los docentes y alumnos del centro. La Halterner Zeitung, el diario local de la población renana, añadió ayer un nuevo elemento trágico a la desgracia. Los 16 alumnos fallecidos habían logrado realizar el viaje tras un sorteo de plazas, ya que los candidatos para el intercambio eran demasiados, 40. Uno o dos estudiantes agraciados al final no viajaron y fueron sustituidos por los siguientes de la lista.

Ayer en Llinars del Vallès, donde las banderas ondeaban a media asta, no se hablaba de otra cosa. Quien no conocía a alguien que había tenido en acogida a un alumno en cualquier de los dos intercambios era porque conocía a dos. O venían a desayunar o a merendar o a comprar chucherías. "Todo el pueblo está muy impresionado. Por los chicos fallecidos, claro, y por lo cercano que los vemos. Hemos sentido la tragedia como algo muy nuestro", explicaba Anna, madre y vecina del municipio cuyos hijos no van aún al instituto "pero lo harán algún día".