Obama exuda talento de cómico profesional

Nunca llegará a hacerlo pero, si quisiera, Barack Obama tendría futuro en Comedy Central o en un 'late night show'. El presidente de Estados Unidos volvió a cumplir con nota en el ritual que más engrandece a la democracia estadounidense, la cena de la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, donde el Washington sesudo compadrea con Hollywood y su farándula. Es una noche, la del pasado sábado, para mofarse de uno mismo y decirle al prójimo lo indecible ante un micrófono. Esta vez, Obama puso en la picota a los presidenciables republicanos, las televisiones por cable, la financiación electoral y sus colegas demócratas. No se atrevió con el nuevo peinado de su mujer, Michelle.

La incertidumbre económica le sirvió de trampolín para hablar de las penalidades que afronta Hillary Clinton en su campaña. «Tenía una amiga que solía ganar millones de dólares. Ahora está viviendo en una autocaravana en Iowa». Bernie Sanders es otro de los posibles candidatos demócratas. «Aparentemente hay gente que quiere ver a otro fumata socialista en la Casa Blanca. Al fin y al cabo podríamos tener otro tercer mandato de Obama», afirmó arrancando la carcajada del respetable. En la sala del Hilton había actores como Bradley Cooper, Jane Fonda y Kerry Washington.

Su intervención acabó con un brindis solemne dedicado a la prensa y a los periodistas asesinados por el Estado Islámico. Pero, antes, hizo sangre de esa tragicomedia que puede llegar a ser la CNN. La presentadora de la gala, Cecile Strong -recordó Obama- imita en 'Saturday Night Live' a una de sus estrellas. «Lo que es sorprendente, porque generalmente los únicos que imitan a los periodistas de la CNN son sus propios periodistas». También criticó las leyes homófobas de Indiana. «Amo a ese hombre», dijo sobre el vicepresidente, Joe Biden. «Somos tan íntimos que en algunos sitios de Indiana han dejado de servirnos pizza».

Sin tener una actuación memorable, Cecile Strong cumplió y dejó una píldora para la posteridad en pleno debate sobre los abusos policiales. «No quiero ser demasiado dura con ellos [el servicio secreto] porque son la única agencia de seguridad que se metería en problemas si dispara a un hombre negro». El servicio secreto protege al presidente.