La evolución de los famosos: de las 'flappers' a Belén Esteban

La cultura de la celebridad nació con el siglo XX y el cine, que enseguida vio que las estrellas eran un filón publicitario. Luego, cada época ha ido encumbrando y enterrando a sus ídolos.

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NÚRIA MARRÓN

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AÑOS 10 Y 20


Actores, moda y ‘flappers’ ‘hackean’ a la realeza

Aunque los ‘fanboys’ de Verdi y Wagner ya dirimían su rivalidad  a porrazos, la cultura de la celebridad nació con el siglo XX, cuando la proliferación de la fotografía, la radio y el cine llevaron a la ebullición a un nuevo ‘star system’ alejado de la vetusta (y escasa) realeza. Sin embargo, fue tras la primera guerra mundial cuando el fenómeno echó a correr a grandes zancadas y mujeres como Coco Chanel y Zelda Fitzgerald inundaron las revistas de chicas de pelo corto que fumaban, conducían y lucían rodilla. Junto a las llamadas ‘flappers’, el cine también alumbró al primer ‘sex symbol’, Rodolfo Valentino, y sirvió los primeros escandalazos: los de Olive Thomas y ‘Fatty’ Arbuckle.


AÑOS 30 Y 40


Los grandes estudios se emplean en fabricar estrellas

El ‘star system’ nació con los títulos de crédito, pero fue entre los años 30 y 40 cuando los grandes estudios se emplearon en la producción ‘fordista’ de estrellas. Los nuevos aristócratas, una síntesis entre los actores que eran y los personajes que interpretaban, sumaban sueldazos, pero pertenecían  al estudio que los había contratado y glamurizado a través de un férreo adiestramiento. Los 

estudios, cuyos jefes  instauraron el ‘derecho de pernada’, blanqueaban escándalos y sexualidades, amañaban bodas y cambiaban nombres. Así, en su camino al estrellato, Rita Hayworth perdió desde su nombre, Margarita Cansino, hasta, mediante la electrólisis, las cejas y el cabello de la frente.


AÑOS 50 Y 60


Juventud, fenómeno fan y (malos) cuentos de hadas

Los años 50 y 60 asistieron a una epifanía nuclear: la de la juventud como grupo social y, por tanto, como nicho de mercado. Las películas ‘Al este del edén’ y ‘Rebelde sin causa’ convirtieron a James Dean en el fetiche caído de la melancolía, la 

rebeldía y la sensación de  desencaje juvenil. Luego, libres del desamparo y la fatalidad que arrastraba su figura, Elvis Presley y los Beatles lideraron el pantocrátor de una generación que se acortó las faldas, se dejó las melenas, descorchó el ‘fenómeno fan’ e hizo lo que pudo con el sexo y las drogas, mientras sus padres y hermanos mayores aún se tragaban los cuentos de hadas (e infiernos) que les habían explicado Grace Kelly y Rainiero de Mónaco, y Jacqueline y John F. Kennedy, que fueron más un estilo de vida que una pareja.


AÑOS 70


Noches locas, fabricación de ídolos y diversidad de género y sexual

Andy Warhol se adentró en los años 70 con la melena plateada y aquella profecía suya de que, en el futuro, todo el mundo tendría 15 minutos de fama. No importaba si el candidato a famoso poseía un talento, bastaba con que quisiera serlo y tuviera actitud. Y él, que no conocía mejor actitud que la de estar abierto al negocio, se pasó parte de la década persiguiendo a famosos oficiales y 

contraculturales en las noches desparramadas de Studio 54 para proponerles un retrato. La célebre discoteca hacía lamer los bigotes a la prensa. Por allí lo mismo triscaban Liz Taylor o Bianca Jagger desnuda y a caballo que rostros del underground y de la diversidad sexual y de género como Patti SmithDavid Bowie y la panda trans de Divine. Cuando la década agonizada, la industria del disco abrió con Leif Garret la era de la fabricación de ídolos.


AÑOS 80


Reyes del pop, supermodelos y ‘beautiful people’

La década de los 80 iba a todo trapo. De tal forma que incluso el ministro socialista Carlos Solchaga dijo aquello de que España era el país donde uno podía hacerse rico más rápidamente. Así, mientras la cultura pop  coronaba emperadores a Michael Jackson y Madonna, la década del pelotazo local se alió con el papel cuché, que salivaba ante cada caída de ojos 

de la princesa Diana, se forró con el romance furtivo entre Miguel Boyer e Isabel Preysler, y llevó al ‘timeline’ de la época la gomina y los yates de Mario Conde y el verano sin fin de Marbella. Eran los años de la ‘beatiful people’ y del glamur hipervitaminado e hiperproducido de  las supermodelos. ¿Qué podía salir mal?


AÑOS 90 Y 2000


Entre la ‘generación X’, la telebasura y el ‘girl power’

Cuando los tiempos ya estaban hartos de tanto aeróbic y bronceados, llegó el ‘termidor’ grunge con Kate Moss y Kurt Cobain, y el mundo empezó a contemplarse  desde una esquina sucia. El desembarco de las televisiones privadas cambió el registro del corazón, que se lanzó a olisquear en los calzoncillos tiznados de la fama. Fueron años de bulimia inmobiliaria y televisiva: con enajenada avidez, la audiencia se reía y se ensañaba con personajes presuntamente disfuncionales que nutrieron la llamada telebasura, al tiempo que Belén Esteban se investía emperatriz del audímetro. Con el ocaso de su reinado, afloró una nueva hegemonía: la del contoneo pop de Beyoncé y Miley Cyrus.