«Aquí vas al lanzamiento de un libro y te topas con Vila-Matas»

Como muchos inmigrantes, la mexicana Fabiola Eme aterrizó en BCN con proyectos e inquietudes culturales que poco a poco ha ido sacando adelante, desde abajo

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«Aquí vas al lanzamiento de un libro y te topas con Vila-Matas»_MEDIA_1 / ÁLVARO MONGE

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Mauricio Bernal
Mauricio Bernal

Periodista

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Se había inscrito Fabiola Martínez en un taller de literatura que dictaba Edson Lechuga, el escritor mexicano, y un día se dio cuenta de que si alguna vez la buscaba la gente por internet saldría siempre, antes que ella… la esposa de Bertín Osborne. Desde entonces es Fabiola Eme. Mexicana de la ciudad de México -chilanga-, viene a ser el paradigma del inmigrante que desde abajo aporta cultura a la ciudad de acogida. Desde abajo: con esfuerzo, con sus escasos medios. Doblegando, se da por sentado, alguna adversidad.

-Ciudad de México. Tremenda ciudad. ¿La echa de menos?

-¿Sabe qué echo de menos? Los tacos y a mi mamá. Pero en comparación con el caos de México, no tengo duda de que esta Barcelona pequeña, manejable, limpia y organizada te aporta muchísima calidad de vida.

-¿Y culturalmente? ¿Es fácil para un extranjero abrirse paso en el mundo cultural local?

-Yo creo que sí, precisamente por eso, porque es pequeña y manejable, lo cual significa que el mundillo cultural está concentrado: aquí vas a la presentación de un libro y te puedes topar con un Vila-Matas y puedes intercambiar unas palabras con él, y en general entrar en contacto con la gente que te puede ayudar. Está todo más a la mano.

-¿Le ha servido para su revista? Cuénteme, ¿es verdad que la hace sola?

-Me ha servido, sí. Como digo, todo está a mano. Yo, por ejemplo, fui a la Central, puse mi revista en el mostrador y dije: «Mira, tengo esta revista, ¿sería posible venderla aquí? Te dejo unos ejemplares». ¡Y funcionó! Las cosas solo se mueven si tú te mueves.

-Ajá. ¿Y lo de hacerla sola?

-La hago sola, sí. Diseño, maquetación, distribución, ventas… Busco a los colaboradores, les doy fecha de entrega… Pues sí, todo. Y la financio de mi bolsillo, naturalmente.

-Tusitala. ¿Qué significa?

-En una lengua de la Polinesia significa «el que cuenta historias». Así le decían a Robert Louis Stevenson cuando estuvo por allí.

-¿Qué la lleva a meterse en semejante empresa, y sola?

-Bueno, porque me pareció una buena manera de exponer el trabajo de gente diversa. Y yo diría también que por mi propia necesidad de tener un lugar donde escribir.

-Buscándola por internet di con otra revista cultural, Mexbcn.

-Sí. Una revista digital. La hicimos un grupo de mexicanos instalados en Barcelona.

-Y más cosas. Se mueve mucho.

-Sí, como le digo, las cosas solo se mueven si tú también te mueves. Hay algo que me hace ilusión, que es un recital de poesía que hacemos con un grupo de amigos en el mercado de Sant Antoni, una vez al mes, los domingos. Ponemos un pequeño escenario, los del mercado nos dejan un micrófono y ahí mismo nos ponemos a recitar.

-Tengo la sospecha de que no vive de nada de esto. ¿Me equivoco?

-No se equivoca. Trabajo en temas de comunicación, pero mi objetivo es llegar un día a vivir de mis proyectos culturales. Creo que Barcelona es una ciudad ideal para eso. Hay tanta vida cultural porque siempre hay gente interesada en la cultura.

-Cuénteme, ¿qué tiene en mente? ¿Cuál es su siguiente proyecto?

-Lo que tengo en mente ahora mismo es algo más personal. Es un libro de relatos… basado en mis sueños.

-En sus sueños.

-Se da el caso de que yo sueño mucho y me acuerdo de todos mis sueños. Hace tiempo que los escribo, y ahora estoy haciendo una selección.

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-Una antología de sueños.

-Exacto.