Red de seguridad bancaria

Ante la persistencia de la crisis financiera y de la fragilidad de algunas entidades bancarias, la Comisión Europea optó ayer por prorrogar y actualizar las normas especiales que regulan las ayudas públicas al sector bancario en la Unión Europea (UE), que iban a expirar a fin de año.

Como se prevé que en el futuro las inyecciones de capital público adopten la forma de acciones, las nuevas normas establecen que«los estados deben suscribir las acciones con un descuento adecuado respecto al último precio de las mismas, en función de la magnitud de la inyección de capital respecto al capital total de que dispone el banco», explicó el comisario de Competencia, Joaquín Almunia.

Los bancos también deberán pagar una cuota básica del 0,4% por las garantías financieras que reciban de los estados más otra cuota variable en función de la mayor o menor presión a que estén sometidas en los mercados la entidad y el estado.

Almunia recordó que todos los bancos que reciban inyecciones de capital público o ayudas para sanear sus activos tóxicos o depreciados deberán presentar un plan de reestructuración. El comisario aprovechó la ocasión para recordar que aún no había recibido los planes de reestructuración correspondientes a la reciente nacionalización de las cajas españolas por parte del Fondo de Reordenación Ordenada Bancaria.

Desde que se inició la crisis financiera en el 2008 y hasta finales del 2010, los bancos y cajas del conjunto de la UE se beneficiaron de 1,6 billones de ayudas públicas, según la Comisión Europea. De ese total, 1,2 billones correspondieron a garantías públicas y otras medidas de apoyo a la liquidez y la financiación de las entidades. Las inyecciones de capital ascendieron a 409.000 millones. El 60% de las ayudas públicas se concentró en: Irlanda (25%), Gran Bretaña (18%) y Alemania (15%). España representa el 9% del total.