Los ingresos de la hacienda catalana crecen el 13,7%

Los ingresos por impuestos gestionados por la Agència Tributària de Catalunya (ATC), la hacienda catalana, alcanzaron los 1.368,9 millones de euros hasta junio, lo que supone un aumento del 13,70% en términos homogéneos, según los datos de la dirección general de Tributos de la Generalitat. Esta cantidad incluye las devoluciones que se han tenido que realizar por el impuesto que grava las centrales nuleares, suspendido por el Tribunal Constitucional.

El único gravamen que queda congelado actualmente por el alto tribunal es el de las operadoras de internet, que el Govern, que aspira a superar los 3.200 millones en ingresos de la hacienda propia, está reformulando.

A partir de septiembre, la ATC se encargará de gestionar todos los impuestos propios y cedidos, una buena parte de los cuales está actualmente en manos de los registradoresregistradores. La denuncia de este convenio y el avance de esta ruptura al 1 de septiembre en vez del 31 de octubre previsto en el contrato provocó una demanda del Colegio de Registradores.  

Otros gravámenes, como el de los pisos vacíos, que también fue congelado por el Constitucional, pero luego se pudo recaudar. Esta figura lleva ingresados 18,8 millones en el primer semestre, unos 7 millones más que en el mismo periodo del año pasado.

Una de las variables que justifican esta evolución es que se ha aumentado el número de ciudades y municipios "definidas como áreas de demanda residencial fuerte y acreditada", explica la dirección general de Tributos. 

Amnistía fiscal

La caja de la Generalitat se ha beneficiado del tirón del impuesto de patrimonio, que duplica los ingresos obtenidos en el primer semestre del año pasado, hasta 23,9 millones. Pese a no ser aún una cifra significativa apunta a una recaudación anual que superará los 500 millones de euros.

Ha contribuido a esta evolución la amnistía fiscal del 2012amnistía fiscal, que afloró activosos ocultos y los introdujo en el circuito oficial, lo que beneficia a las autonomías, ya que el de patrimonio es un impuesto cedido por el Estado.

También el tirón del ladrillo impacta en positivo en los ingresos. La principal muestra es el impuesto de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, que grava en su primera vertiente las transacciones de viviendas de segunda mano, y en la segunda, las escrituras públicas.

Este gravamen recuadó 954,4 millones de euros hasta junio, lo que significa un 17,50% más que en el mismo periodo del ejercicio precedente. Es precisamente la vertiente de transmisiones patrimomiales la que más aumenta (18,56%) " a causa, principlamente, del crecimiento de las transmisiones y drechos reales sobre inmuebles urbanos y rústicos".