La evolución de la economía

La gran banca capta más de 14.000 millones del BCE para dar créditos

Imagen de la sede de CaixaBank en Barcelona.

Imagen de la sede de CaixaBank en Barcelona.

P. ALLENDESALAZAR / MADRID

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Los grandes bancos españoles se han fijado como gran objetivo desde comienzos de año ganar clientes en el negocio de las pymes. Desde este jueves cuentan con 14.747 millones de euros adicionales para ofrecer créditos a estas empresas, además de a las grandes y a los particulares (siempre que no sean hipotecas). Esa es la cantidad que captaron en la primera de las ocho grandes subastas de liquidez que el Banco Central Europeo (BCE) ha dispuesto para tratar de reactivar la financiación del sector privado comunitario a lo largo de los próximos dos años.

El programa del BCE -conocido como TLTRO, siglas en inglés de operaciones de refinanciación a largo plazo con objetivo específico- está condicionado a que el dinero llegue a los clientes. Los bancos utilizaron las anteriores inyecciones masivas de liquidez para hacer negocio con la deuda pública y enjugar sus maltrechas cuentas, una práctica que el organismo presidido por Mario Draghi quiere evitar que se repita.

Condicionado

Los bancos, así, pueden pedir una cantidad equivalente al 7% de sus préstamos al sector privado (excluidas las hipotecas) entre la operación de este jueves y la que se realizará en diciembre. El BCE les fija unos objetivos de aumento del crédito y, si los van cumpliendo, podrán pedir cantidades adicionales en las siguientes colocaciones (una trimestral hasta junio del 2016).

De momento, el Santander pidió 3.600 millones; CaixaBank, 3.000 millones; el Popular, 2.847 millones; el BBVA, 2.600 millones; y Bankia, 2.700 millones. Salvo esta última, todas las entidades se quedaron muy por debajo de lo que podrían haber captado. El Sabadell y Bankinter, de hecho, decidieron esperar a la operación de diciembre y no pidieron nada. Las cantidades pedidas por el resto de los bancos españoles son muy inferiores ya que los seis grandes -los mencionados menos Bankinter- tienen una cuota de mercado en crédito del 67%.

Algo parecido sucedió de forma global. El BCE prestó 82.600 millones a 255 instituciones financieras, por debajo de las previsiones del mercado (entre 100.000 y 150.000 millones). De hecho, 127 bancos decidieron no solicitar ninguna cantidad pese a las ventajosas condiciones del programa (un tipo de interés fijo del 0,15% con un vencimiento de hasta cuatro años). El BCE tenía previsto colocar hasta 400.000 millones entre la operación de este jueves y la de diciembre, pero visto lo visto parece que la cifran final quedará muy por debajo.

Incertidumbres

Las dudas sobre la evolución de la economía explican en parte el resultado. «En el segundo trimestre la eurozona no creció, y sus grandes economías -Alemania, Italia y Francia- o bien tuvieron tasas negativas de crecimiento o nulas. En este contexto, no es de extrañar que cueste encontrar demanda solvente», apunta Joaquín Maudos, catedrático de la Universidad de Valencia e investigador del IVIE.

Fuentes bancarias explican que las entidades no quieren tomar dinero que no van a poder prestar a sus clientes, ya que depositar el excedente de liquidez en el BCE ya no está remunerado sino que cuesta dinero. Las peticiones fueron prudentes, explican, porque se trata sobre todo de ver cómo funciona el mecanismo. En diciembre, añaden, el panorama económico estará más claro y se podrá presupuestar mejor los objetivos de crédito para los próximos trimestres.

«La posibilidad de realizar una nueva petición el día 11 de diciembre también ha restado presión a los bancos puesto que ya que no va a haber un cambio en las tasas de interés en los próximos meses, las condiciones serán las mismas mientras que la información y las proyecciones serán mayores y más ajustadas», abunda Borja Arribas, analista de XTB.

Los expertos coinciden en que también ha pesado la cercanía de los resultados de la prueba de resistencia a la banca europea. «Una vez despejada esa incógnita, si un banco aprueba el examen, tendrá más incentivos para acudir a la segunda subasta, ya que las condiciones son atractivas en términos de precio y cantidad», afirma Maudos. «Presumiblemente no debería haber sorpresas con los principales bancos españoles con lo que no es una razón de peso pero sí a tener en cuenta porque genera incertidumbre», añade Arribas.