El gasto medio de las familias españolas recupera el nivel del 2012

Las familias españolas poco a poco van recuperando su nivel de gasto previo al estallido de la crisis. En el 2016, el gasto medio por hogar fue de 28.200 euros, lo que supuso un aumento anual del 2,6%, el mayor de los diez últimos años. Así el gasto medio realizado por una familia en el 2016 fue similar al del 2012 (28.142), sin llegar a alcanzar aún los 31.641,27 euros que gastaba en media cada hogar en el 2007, según los datos de la Encuesta de Presupuestos Familiares difundidos este martes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

El gasto medio por persona alcanzó los 11.312 euros en el 2016, un 3,0% más que en el año anterior, y se situó en el nivel más alto desde el 2009, cuando lo que gastaba cada ciudadano era unos 11.417 euros.

En términos constantes, es decir, eliminando el efecto de los precios, el gasto medio por hogar aumentó un 3,5% en el 2016 y el presupuesto por persona lo hizo el 3,9%.

MÁS EN TELEFONÍA, MENOS EN ENSEÑANZA

De todos los grupos de gasto, el que más creció en el 2016 fue el relacionado con las comunicaciones, cuya partida se incrementó un 11,4% respecto a 2015. Este comportamiento se debió, fundamentalmente, a que los hogares aumentaron su gasto en servicios de telefonía un 10,3%.

También creció con fuerza el gasto destinado a muebles y artículos del hogar (10,1%), el relacionado con el cuidado personal y los seguros (9%) y el destinado a restaurantes y hoteles (7,1%), mientras que disminuyeron las partidas destinadas a enseñanza (-2,1%) y sanidad (-0,5%).

EL 60% EN CASA, COMIDA Y TRANSPORTE

Si se compara cómo gastan las familias ahora y cómo lo hacían antes de apretarse el cinturón (en el 2009), la estructura del presupuesto anual apenas ha cambiado. El capítulo de vivienda, agua, electricidad y otros combustibles sigue acaparando un tercio del presupuesto familiar (30,9% en el 2016). Este bloque, junto al de transporte (11,6%) y el de alimentación y bebidas no alcohólicas (14,6%) se llevan casi el 60% del presupuesto familiar total (el 57,1% en el 2016).

Restaurantes y hoteles se llevan el 9,9% y ocio y cultura, el 5,7%. El resto se reparte entre bebidas alcohólicas y tabaco, vestido y calzado, muebles y artículos del hogar, sanidad, comunicaciones, enseñanza y otros bienes y servicios.

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