reunión informal en milán

La eurozona abre una rendija a la flexibilidad si hay reformas

El presidente del BCE, Mario Draghi (izquierda), y el comisario de Asuntos Económicos, Jyrki Katainen, ayer.

El presidente del BCE, Mario Draghi (izquierda), y el comisario de Asuntos Económicos, Jyrki Katainen, ayer.

MONTSE MARTÍNEZ / MILÁN (ENVIADA ESPECIAL)

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Se ha abierto una rendija a la flexibilidad en la economía europea siempre y cuando, eso sí, se lleven a cabo reformas estructurales. Es el mensaje que mandaron, al unísono, a Francia e Italia los timoneles de la macroeconomía europea, sentados en la misma mesa en Milán, donde se celebró el Eurogrupo -reunión de los ministros de Economía de los 18 países que comparten el euro-.

El Pacto de Estabilidad y Crecimiento -un 3% de déficit y un 60% del PIB de deuda- es inviolable pero se podrán alargar los plazos de cumplimiento siempre que se hagan los deberes de las reformas. Un mensaje repetido como si de un mantra se tratara.

El presidente del EurogrupoJeroen Dijsselbloem, flanqueado por el presidente de Banco Central EuropeoMario Draghi, y el flamante comisario de Asuntos Económicos, Jyrki Katainen, todos a una en una directriz que pretende ser respuesta al debate económico del momento: la austeridad a rajatabla enarbolada por la cancillera alemana, Angela Merkel, frente a la flexibilidad como motor de crecimiento de la que Francia e Italia han hecho causa común. Francia ya ha reconocido que necesitará dos años más para cumplir los plazos de déficit.

Los ministros de Economía empezaron su reunión informal haciendo un análisis de la situación económica en la eurozona. Nada halagüeño, por cierto.

Tercera recesión

En este sentido, el ministro de Economía español, Luis de Guindos, no pudo ser más explícito: "Hay riesgo de una tercera recesión".

A medida que las expectativas de recuperación se escapan entre los dedos, los indicadores de estancamiento en la zona euro y la contracción en Alemania suponen una ducha de realidad. Es decir, la economía europea no responde como se esperaba a la receta de la austeridad. España, con un crecimiento del 0,6% en el segundo trimestre es una de las contadas excepciones.

Los ministros de Economía también escucharon de boca del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, el contenido de las sorprendentes medidas hechas públicas la semana pasada, cuando anunció la bajada de los tipos de interés al límite histórico del 0,05% y traspasó la línea que se resistía a franquear al anunciar la compra de deuda -titulizaciones respaldadas por créditos (ABS)- con el objetivo de reactivar el crecimiento.

"Independientemente del estímulo monetario e incluso fiscal, estas medidas no generarán mucho crecimiento si no van acompañadas de reformas estructurales serias", abundó Draghi. Los ministros abordaron también cómo concretar el plan de inversión por valor de 300.000 millones de euros prometidos por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker.